martes, 5 de enero de 2010

ROMA, 20 Dic. 09 / 04:53 pm (ACI)

El vaticanista italiano Sandro Magister resaltó los esfuerzos del Papa Benedicto XVI por proteger el medio ambiente, promoviendo y defendiendo primeramente al ser humano, en su mensaje para la Jornada Mundial de la Paz que se celebra el próximo 1 de enero de 2010. Para el Santo Padre, explica el experto, "la ecología del hombre es anterior a la ecología de la naturaleza".

En su columna de opinión, Magister explica que la conocida revista estadounidense de geopolítica "Foreign Policy" ha reconocido al Pontífice como uno de los "100 mayores pensadores globales" de 2009 por haber "colocado a la Iglesia de manera inesperada a la cabeza en la defensa del ambiente y en la denuncia de los peligros del cambio climático".

El vaticanista recuerda que la "revolución verde" el Papa Benedicto XVI se encuentra condensada en el mensaje para la Jornada Mundial de la Paz dado a conocer mientras se realizaba la Cumbre de Copenhague, en Dinamarca, donde "los representantes de todos los Estados estaban reunidos para una discutida e infructuosa conferencia mundial sobre el clima".

"Al centro del mensaje –explica– hay una imagen bíblica: la del jardín de la creación, que Dios confía al hombre y la mujer para que lo cuiden y lo cultiven. La naturaleza no tiene pues ninguna primacía sobre el hombre, ni este es una parte más de la naturaleza. A su vez, tampoco el hombre puede arrogarse el derecho de depredar la naturaleza en vez de cuidarla".

Seguidamente Magister resalta que un concepto esencial del mensaje de Benedicto XVI es que "entre la ecología de la naturaleza y la ecología del hombre existe identidad de destino. El cuidado de la creación debe ser uno con el cuidado de la ‘inviolabilidad de la vida humana en cada una de sus fases y en cualquier condición’".

"Todo se sostiene: cuidado de la naturaleza, respeto de la dignidad del hombre y paz entre los pueblos. Donde se desata el odio y la violencia, también la naturaleza gime. Un paisaje devastado y una ciudad inhabitable son el producto de una humanidad que ha vuelto su propia alma un desierto", agrega.

Para leer el análisis completo de Magister, puede ingresar a: http://chiesa.espresso.repubblica.it/articolo/1341412?sp=y















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