domingo, 18 de septiembre de 2011

LOS PAISES SODOMITAS

En línea con la idea de profundizar el "modelo progresista", el gobierno de Cristina Kirchner dio luz verde a un proyecto de ley en el Congreso que otorgará el derecho al cambio de sexo en el país con una intervención quirúrgica, y también a tramitar el DNI con una nueva "identidad de género", ya sea con o sin previo tratamiento médico.
Incluso, podría obligar a las empresas de medicina prepaga y a las obras sociales a cubrir la "reasignación sexual".
Fuentes legislativas dijeron a LA NACION que se dejaría a consideración del Poder Ejecutivo la posibilidad de reglamentar la inclusión del tratamiento clínico dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO).
El permiso para la "rectificación de género" no necesitará una autorización judicial, sino apenas una declaración jurada, en la que la persona exprese ser de un sexo diferente del biológico, con o sin operación quirúrgica previa en su físico. Con esa simple declaración podrá cambiar su DNI.
En las próximas semanas, con el impulso de la Casa Rosada, Diputados buscará consenso para emitir un único dictamen sobre esa polémica iniciativa, denominada de "identidad de género". El interventor en el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi), Pedro Mouratian, la apoyó el 18 del mes pasado en una reunión conjunta de las comisiones de Legislación General y de Justicia.
Según supo LA NACION de altas fuentes oficiales, el proyecto supone un paso más en la "batalla cultural" del kirchnerismo hacia un "progresismo moderno". Complementaría así la ley de matrimonio igualitario. En la actualidad, las operaciones de cambio de sexo están legalmente prohibidas en la Argentina. Es que suponen lesiones físicas muy graves que ningún médico está habilitado a realizar. La legislación impone penas muy severas.
Por ello las personas interesadas deben recurrir a tratamientos en centros médicos de otros países, como Chile (como se informa en la página 24). En los proyectos en análisis consta que leyes similares para el cambio de identidad y de sexo rigen, entre otros países, en Noruega, Italia, Alemania, Suecia, Austria, Dinamarca, Sudáfrica, Holanda, Panamá y Canadá, y en algunos estados de los Estados Unidos.
La tramitación de la nueva identidad sexual -rectificación de género- será ante el Registro Nacional de las Personas (Renaper). Hasta hoy puede formularse sólo mediante una presentación judicial y únicamente un juez la puede habilitar. "Esto generaba medidas de prueba y juntas médicas vejatorias, que se evitarán", dijo a LA NACION un legislador que promueve el proyecto.
Y será independiente de que haya una "reasignación de sexo", es decir, una operación en los genitales.
"A partir del proyecto, el cambio de sexo será un nuevo derecho y se podrá concretar a partir de la mayoría de edad, a los 18 años. Quedará sujeto a la reglamentación del Poder Ejecutivo si esa intervención quirúrgica se incluye en el PMO", dijo a LA NACION la diputada del Frente para la Victoria (FPV), Diana Conti.
Esto último podría generar un fuerte conflicto con las empresas de medicina prepaga y con las obras sociales, que deberían asumir costos que hoy no están previstos y podrían encarecer sus servicios, como se informa por separado.
"El cambio de sexo podrá estar acompañado por un cambio de identidad con un nuevo DNI, nuevo nombre y nueva foto", especificó Conti.
En el gobierno nacional, avalaron dos proyectos. Uno lo había presentado la propia Conti, inspirado en la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), y el restante, su par del FPV Juliana Di Tullio, promovido por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bi y Transexuales (Falgtb).
El texto de Conti establece que la "rectificación registral" podrá ser nuevamente modificada sólo con autorización judicial.
Las dos iniciativas fueron debatidas en una reunión de las comisiones de Legislación General, que preside Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), y de Justicia, de Juan Pedro Tunessi, de la UCR. Se acordó allí redactar un solo dictamen en las próximas semanas para ser debatido en breve en el recinto de la Cámara baja.
Según los primeros borradores, la "reasignación de sexo" podrá solicitarse desde los 18 años con una declaración jurada. Podrá obtenerse mediante una intervención quirúrgica o con tratamientos hormonales, según la necesidad del solicitante.
Se permitirá asimismo realizarla en todos los centros médicos públicos, privados y obras sociales de nuestro país y tendrá por objeto "garantizar la salud integral", entendida como "completo bienestar físico, psíquico y social". Los actuales proyectos de Conti y Di Tullio prevén incluirlo en el PMO. Pero el dictamen final podría dejar ello sujeto a la reglamentación de la presidenta Cristina Kirchner.
"Se legislará el derecho integral a la salud y a la identidad: la rectificación de género en el DNI no necesariamente implica un cambio de sexo en el físico", dijo Vilma Ibarra a LA NACION. Las personas podrán adoptar un nombre de otro sexo y conservar el apellido si consignan en la declaración jurada que se sienten psicológicamente del género opuesto. En el Congreso aseguran que no hubo voces discordantes en las comisiones. Incluso el socialismo, la UCR y otros bloques opositores dejaron correr el proyecto.
Desde el Gobierno, Pedro Mouratian, titular del Inadi, apoyó la iniciativa. "Es un paso positivo porque permitirá a un colectivo acceder a la documentación necesaria como el DNI, que hoy no tiene, y así se ve privado de acceder a un trabajo digno, a la salud, a la vivienda y a otros derechos esenciales, como la educación, de los cuales son segregados", dijo a LA NACION.
"Les permitirá reinsertarse en la sociedad", agregó Mouratian, y destacó, además, que "el cambio físico o genital no es condición para acceder a un nuevo DNI, sino simplemente su aspecto y el hecho de que la persona se sienta de ese sexo".
El proyecto de Conti dispone que la rectificación del sexo tendrá efectos retroactivos desde su inscripción en el Registro Civil, conservará el número de DNI, tendrá carácter confidencial y será informado a todos los registros del país

A esta noticia aberrante a los ojos de Dios le agregamos una opinión católica

San Pedro Damián a los sodomitas: "Lloro porque no lloráis"

“Este vicio no puede compararse en absoluto con ningún otro, pues a todos los supera enormemente. Este vicio es la muerte del cuerpo, perdición del alma; infecta la carne, apaga las luces de la mente, expulsa al Espíritu Santo del templo del corazón, hace que entre el diablo fomentador de la lujuria; induce al error, hurta la verdad de la mente, engañándola; prepara trampas al que camina, cierra la boca del pozo a quien en él cae; abre el infierno, cierra las puertas del Paraíso, transforma al ciudadano de la Jerusalén celeste en habitante de la Babilonia infernal: secciona un miembro de la Iglesia y lo arroja a las codiciosas llamas de encendida Gehenna.
Este vicio busca abatir los muros de la patria celeste y busca reedificar lo que fueron incendiados en Sodoma. Es algo que atropella la sobriedad, que asesina el pudor, que degüella la castidad, que destroza la virginidad con la hoja de una repugnante infección. Todo lo ensucia, todo lo ofende, todo lo mancha y como no tiene en sí nada de puro, nada exento de indecencia, no soporta que nada sea puro. Como dice el apóstol, “todo es puro para los puros, pero para los infieles y contaminados nada es puro” (Tito 1, 15). Este vicio expulsa del coro de la familia eclesiástica y obliga a rezar con los endemoniados y con aquellos que sufren a causa del demonio; separa el alma de Dios para unirla al Diablo.
Esta pestilentísima reina de los sodomitas convierte a quienes se someten a su ley en torpes para los hombres y odiosos para Dios. Exige hacer una abominable guerra contra el Señor, militar bajo las insignias de un espíritu absolutamente malvado; separa del consorcio de los ángeles y con el yugo de su dominación extraña al alma de su nobleza innata. A sus soldados les priva de las armas de la virtud y los expone, para que sean traspasados, a los dardos de todos los vicios. Humilla en la iglesia, condena en el tribunal, corrompe en privado, deshonra en público, roe la conciencia con un gusano, quema la carne como el fuego, empuja a satisfacer la lujuria, y por otro lado teme ser descubierta, mostrarse en público, que los hombres la conozcan. El que mira con aprensión a su mismo cómplice en la perdición, ¿qué no podrá temer?
[…]
La carne arde con el fuego del deseo, la mente tiembla helada por la sospecha, y el corazón del hombre infeliz hierve como un caos infernal: todas las veces que le golpean las espinas del pensamiento, en un cierto sentido, viene torturado con los tormentos del castigo. Una vez que esta venenosísima serpiente ha hincado sus dientes en un alma desgraciada, la pobrecita pierde inmediatamente el control, la memoria se desvanece, la inteligencia se oscurece, se olvida de Dios y hasta de sí misma. Esta peste expulsa el fundamento de la fe, absorbe las fuerzas de la esperanza, destruye el vínculo de la caridad, elimina la justicia, abate el vigor, retira la temperancia, mina el fundamento de la prudencia.
¿Qué debo añadir todavía? En el momento en el que ha desterrado del escenario del corazón humano la lista de todas las virtudes, como quebrando los cerrojos de las puertas, hace entrar en él la bárbara turba de los vicios. A este se le aplica con exactitud aquel versículo de Jeremías (Lament 1, 10) que trata de la Jerusalén terrena: “El enemigo echó su mano a todas las cosas que Jerusalén tenía más apreciables; y ella ha visto entrar en su santuario a los gentiles, de los cuales habías tú mandado que no entrasen en tu iglesia”
El que es devorado por los ensangrentados colmillos de esta famélica bestia, es mantenido lejos, como por cadenas, de cualquier obra buena, y es instigado sin freno que lo contenga, por el precipicio de la más infame perversión. En cuanto se cae en este abismo de total perdición, ipso facto se destierra de la patria celeste, se es separado del Cuerpo de Cristo, rechazados por la autoridad de toda la Iglesia, condenados por el juicio de los Santos Padres, expulsados de la compañía de los ciudadanos de la ciudad celeste. El cielo se vuelve como de hierro, la tierra de bronce: ni se puede ascender a aquél, pues se está lastrado por el peso de crimen, ni sobre aquella podrá por mucho tiempo ocultar sus maldades en el escondrijo de la ignorancia. Ni podrá gozar aquí cuando está vivo, ni siquiera esperar en la otra vida cuando muera, porque ahora deberá soportar el oprobio del escarnio de los hombres y después los tormentos de la condenación eterna.
[…]
¡Lloro por ti, alma infeliz entregada a las porquerías de la impureza, y te lloro con todas las lágrimas que poseo en mis ojos! ¡Qué dolor!
[…]
Compadezco a un alma noble, hecha a imagen y semejanza de Dios y comprada con la Preciosísima Sangre de Cristo, más digna que los grandes edificios y ciertamente más digna de ser antepuesta a todas las construcciones humanas. Por eso me desespera la caída de un alma insigne y por la destrucción del templo en el que habitaba Cristo. Deshaceos en llanto, ojos míos, derramad ríos abundantes de lágrimas y regad, lúgubres, las gotas con un llanto continuo! “Derramen mis ojos sin cesar lágrimas, noche y día, porque la virgen, hija del pueblo mío se halla quebrantada por una gran aflicción, con una llaga sumamente maligna” (Jer. 14, 17). Y ciertamente la hija de mi pueblo ha sido golpeada por una herida mortal, porque el alma, que era hija de la Santa Iglesia ha sido cruelmente herida por el enemigo del género humano con el dardo de la impureza; y a ella, que en la corte del rey eterno era suavemente alimentada con la leche de los sagrados parlamentos, ahora se la ve tumbada, tumefacta y cadavérica, mortalmente infectada por el veneno de la líbido, entre las cenizas ardientes de Gomorra. “Aquellos que comían con más regalo han perecido en medio de las calles; cubiertos se ven de basura los que se criaban entre púrpura” (Lam. 4, 5). ¿Por qué? El profeta prosigue y dice: “Ha sido mayor el castigo de las maldades de la hija de mi pueblo que el del pecado de Sodoma; la cual fue destruida en un momento” (Lam. 4, 6). Y ciertamente la maldad del alma cristiana supera el pecado de los sodomitas, porque cada uno peca tanto más cuanto más rechaza los preceptos de la gracia evangélica: el conocimiento de la ley evangélica lo fija, para que no pueda encontrar remedio con ninguna excusa. ¡Helas!, alma desgraciada, ¡helas! ¿Pero porque no te das cuenta de la altura de la dignidad de la que has caído y de cómo te has despojado del honor de una gloria y de un esplendor inmenso?
[... ]
Y tú dices: “Soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un desventurado y miserable y pobre y ciego y desnudo” (Ap. 3,17). ¡Infeliz, date cuenta de qué oscuridad ha envuelto tu corazón; advierte lo densa que es la tiniebla de la niebla que te rodea!
[...]
¡Ay de ti, alma desgraciada! Por tu perdición se entristecen los ángeles, mientras que el enemigo aplaude exultante. Te has convertido en prenda del demonio, botín de los malvados, despojo de los impíos. “Abrieron contra ti su boca todos tus enemigos; daban silbidos y rechinaban sus dientes, y decían: ‘Nosotros nos la tragaremos. Ya llegó el día que estábamos aguardando. Ya vino, ya lo tenemos delante’”. Por esto, ¡oh alma miserable!, yo te lloro con todas mis lágrimas: porque no te veo llorar a ti.
[... ]
Si tú te humillases de verdad, yo exaltaría con todo mi corazón en el Señor por tu renacimiento espiritual. Si un verdadero y angustiante arrepentimiento golpease la profundidad de tu corazón, yo podría con justicia gozar de una alegría inimaginable. Por esta razón, alma, eres por encima de todo digna de llanto: ¡porque no lloras! Se hace necesario el dolor de los demás, desde el momento que no experimentas dolor por el peligro de la ruina que te amenaza; y eres digna de condoler con las más amargas lágrimas de la compasión fraterna porque ningún dolor te turba y no te puedes dar cuenta de la envergadura de tu desolación. ¿Por qué finges no ser consciente del peso de tu condenación? ¿Por qué no detienes este continuo acumular la ira divina sobre ti, bien enfangándote en los pecados, bien ensalzándote en la soberbia?"

San Pedro Damián

[Del Liber Gomorrhianus. Traducción: El brigante]

EN OTROS PAÍSES

Brasil
Intervenciones gratuitas
El paciente debe ser mayor de 21 años, haber pasado previamente por estudios psicológicos y psiquiátricos durante al menos dos años, tener diagnóstico médico de transexualismo y estar en condiciones físicas de operarse.
Estados Unidos
Varía según el estado
El cambio de sexo se legisla desde los años 60. En Illinois y en Arizona se permite la rectificación luego de que el sujeto se somete a una intervención quirúrgica. En Luisiana y California, supone un previo trámite judicial.
España
Operaciones en todo el país
En 1989 se estableció el derecho de someterse a cirugía plástica a toda persona adulta, previa autorización judicial y supervisión médica. Desde 2006 se realizan intervenciones quirúrgicas en hospitales públicos del país.
Francia
A cargo del Estado
La operación está a cargo del sistema de salud del Estado. No se permitía la rectificación del sexo, pero este criterio quedó superado luego de un fallo del Tribunal Europeo.
Gran Bretaña
En clínicas especializadas
Se requieren dos años de tratamiento previo a la intervención. Se necesita demostrar el padecimiento de disforia de género para habilitar la operación quirúrgica que se realiza en clínicas especializadas.
Irán
Capital de las operaciones
Teherán es la capital mundial de las operaciones de cambio de sexo, después de Tailandia desde que, en 1983, el ayatollah Khomeini, las bendijera legalmente. Sin embargo, los gays son perseguidos "en nombre de Alá".
Italia
Con autorización judicial
La persona tiene que pedir autorización judicial para luego someterse a una intervención quirúrgica de conversión sexual. Una vez realizada la operación, debe recurrir nuevamente a la Justicia para gestionar el cambio en el registro civil..

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