sábado, 24 de septiembre de 2011

BAILONGO POR CHAVEZ


En Cuba se realiza ceremonia  yoruba para pedir por la salud del presidente Chávez
  • Seguidores de la religión yoruba pidieron por la salud del presidente Chávez. (Foto: teleSUR)
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Seguidores  yoruba realizaron este viernes en Cuba un Bilongo para pedir por la salud del presidente venezolano, Hugo Chávez, quien se recupera de su cuarto ciclo de quimioterapia que finalizó exitosamente esta semana en ese país antillano.

Esta ceremonia de la religión popular se realizó en La Habana y contó con la participación de ciudadanos cubanos y venezolanos.

La corresponsal de teleSUR en Cuba, Fabiola López, reportó que ''este acto de fe..., que se está haciendo en el mismo centro de La Habana'' se realiza para la  ''purificación y sanación del mandatario'' y  ''se combina con la esencia del tabaco y de los cantos para llamar a los indígenas y negros y a la ánimas de los llanos'' para pedir por la salud del presidente.

Por su parte, el agregado Cultural de Venezuela en Cuba, Heiber Barreto, expresó que ''este nuevo acto de fe viene a sumarse a los ya celebrados en los últimos tres meses en todo el mundo por iniciativa del pueblo revolucionario católico evangélico, musulmanes y judíos, así como por líderes de los 40 pueblos indígenas de Venezuela''.

Según la tradición yoruba, un Bilongo es una acto ancestral que conjuga rituales de invocación para la sanación humana.

Durante la ceremonia se le confiere a la naturaleza el poder de comunicación con las deidades africanas como Oyá y Shangó, uno de los Orishas más populares de esta religión.

Según este ritual, la deidad Oyá, representada por una mujer blanca, ayudará a sostener la vida del jefe de Estado venezolano.

Además de esta ceremonia, también se han realizado otros actos litúrgicos de diversas religiones y en varias partes del mundo como República Dominicana, Nueva York, y en varias ciudades venezolanas.

El presidente Chávez arribó este jueves en la noche a Venezuela luego de culminar con éxito su cuarto ciclo de quimioterapia en Cuba, donde viajó el pasado fin de semana para someterse al tratamiento.
teleSUR - Patria grande - Vtv /jl -MM

viernes, 23 de septiembre de 2011

EL RESURGIMIENTO DE LOS HEREJES ( un regalito para la neofsspx)

Benedicto XVI ruega arrodillado donde ordenaron a Lutero, se dice “preocupado” por disminución de luteranos

septiembre 23, 2011
por Foro Católico

BXVI se arrodilla en el altar de Erfurt, donde fue ordenado Lutero, del cual surgió la Reforma que arrasó la fe de un tercio de Europa y contra la cual lucharon sin descanso docenas de santos, especialmente con el Sacrosanto Conciclio de Trento.  Hoy, Benedicto Ratzinger Tauber se arrodilla ante dicho altar y se lamenta de la disminución de herejes luteranos, ante el avance de otras sectas.

Ratzinger: “la única pasión y el centro de la vida de Lutero fue Dios” (Foro Católico: ¿Y la amasia Catalina Bora?)

 Erfurt (Alemania), 23 sep (Con información de la agencia EFE)
  Benedicto XVI dijo hoy que las iglesias cristianas históricas están “perplejas” y preocupadas por el avance de las iglesias pentecostales e invitó a los protestantes a trabajar cada vez más juntos con los católicos para testimoniar la fe en un mundo secularizado.
  Ratzinger hizo estas manifestaciones en el encuentro que mantuvo con los representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana (EKD) en Erfurt (este de Alemania), ciudad en la que ejerció Martín Lutero (1483-1546) y en la que fue ordenado sacerdote católico en 1507, antes de liderar la reforma protestante, en 1521.
  Esta segunda jornada del papa en su Alemania natal tiene un marcado carácter ecuménico y por deseo de Benedicto XVI el encuentro con los líderes protestantes se desarrolló en el exconvento de los agustinos de Erfurt donde estudió y ejerció Lutero,

de quien dijo que la única pasión y el centro de la vida del reformador fue Dios.”

  Benedicto XVI, que ya en su primer mensaje como papa indicó que no ahorraría energías en aras de la unidad de los cristianos, aunque está convencido de que la unidad no es cosa de un día, dijo hoy que en estos momentos lo más necesario para el ecumenismo es no perder las grandes cosas que tienen en común.
  “La cosa más importante para el ecumenismo es que, presionados por la secularización, no perdamos casi inadvertidamente las grandes cosas que tenemos en común, aquellas que de por sí nos hacen cristianos y que tenemos como don y tarea”, afirmó.
“Fue un error -añadió- haber visto mayormente aquello que nos separa y no haber percibido en modo esencial lo que tenemos en común en las grandes pautas de la Sagrada Escritura y en las profesiones de fe del cristianismo antiguo”.
El Pontífice abogó por que los cristianos reconozcan la comunión “como nuestro fundamento imperecedero”.
“Por desgracia, el riesgo de perderla es real. En los últimos tiempos, la geografía del cristianismo ha cambiado profundamente y sigue cambiando todavía. Ante una nueva forma de cristianismo, que se difunde con un inmenso dinamismo misionero, a veces preocupante en sus formas, las Iglesias confesionales históricas se quedan frecuentemente perplejas”, denunció el papa, en alusión a las iglesias pentecostales y las sectas evangélicas.
  Ratzinger Tauber subrayó que se trata de un cristianismo de “escasa densidad institucional, con poco bagaje racional, menos aún dogmático, y con poca estabilidad”.
  Pero agregó que ese fenómeno “mundial” obliga a preguntarse “qué es lo que permanece siempre válido y qué puede o debe cambiarse ante la cuestión de nuestra opción fundamental en la fe”.
  Tras el encuentro, Benedicto XVI y los líderes religiosos protestantes alemanes celebrarán en el exconvento de los agustinos una celebración ecuménica en la que un obispo evangélico leerá el salmo 164 en la traducción que hizo Lutero, en el que expresa la común vocación cristiana para alabar a Dios.
  Ratzinger Tauber recitará un rezo para la unidad de los cristianos; el presidente del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, el cardenal Kurt Koch, recitará una plegaria sacerdotal y se recitará el Padrenuestro

 

 

LOS HEREJES SON ANTICRISTOS ADVERSARIOS DE CRISTO. ( VII CONCILIO DE CARTAGO)



Romereports

* Los herejes son anticristos y adversarios de Cristo. (VII Concilio de Cartago) (2)
* Nos, excomulgamos y anatematizamos toda herejía, condenando a todos los herejes bajo cualquier nombre que puedan ser conocidos, ya que, aunque tienen distintas caras, sin embargo están al final unidos entre sí. (IV Concilio de Letrán El que para apoyar la herejía distorsiona las Sagradas Escrituras de su significado auténtico y verdadero es culpable de un gran daño a la Palabra de Dios, y en contra de este crimen ya fueron advertidos por el Príncipe de los Apóstoles: “Hay ciertas cosas difíciles de entender , que los indoctos e inconstantes tuercen, como también lo hacen con las otras Escrituras, para su propia perdición “(II Pedro 3:16). (Concilio de Trento
* Por lo tanto, tenga cuidado con las sutilezas de los herejes si no quiere abandonarr la unidad católica fuera de la cual no hay salvación. (El Papa Pío IX)

ENCUENTROS CON PROTESTANTES Y CISMÁTICOS

Durante este tercer viaje a Alemania como Papa, Benedicto XVI también continuará con su programa de abrazar las falsas religiones. Es el ecumenismo conciliar y de diálogo, a todo vapor. En el primer día de su viaje, Benedicto XVI tendrá un encuentro con la comunidad judía. Al día siguiente se reunirá con representantes de la comunidad musulmana. Luego irá a Erfurt, en Turingia, para visitar los lugares donde vivióLutero.Después de visitar la Catedral de Santa María, se reunirá con representantes del Consejo de la Iglesia Evangélica Alemana y luego participará en una celebración ecuménica en la iglesia del convento de los Agustinos en Erfurt.
En la biblia de Lutero se compara al Papa (derecha) con una plaga pero los papas de hoy alaban su teología.

El sábado, 24 de septiembre, presidirá la misa a las 9 am en la Domplatz de Erfurt. Por la tarde, va a ir a Friburgo, donde se llevará a cabo una reunión con los representantes de las Iglesias cismáticas. No se puede estar seguro de si con estas visitas papales típicas de la mentalidad del Vaticano II se pretende agradar a las falsas religiones o confirmar a los católicos en la fe. De hecho, nunca se ha ha oído algo acerca de la conversión de los protestantes y cismáticos

como tampoco nunca se oyó en sus viajes anteriores a Alemania, y es dudoso que se oiga nada así en este viaje . Tales acciones están frontalmente en contradicción con la enseñanza de los doctores y santos de la Iglesia del pasado. Por ejemplo, considere estas citas:

• San Agustín: “Por lo tanto, estamos en lo correcto al censurar, anatematizar, aborrecer, y abominar la perversidad de corazón demostrado por los herejes.”

• San Cipriano: “Quien se retira y se aparta de la Iglesia será culpable, a pesar de anteriormente hubiera alcanzado la gracia en la Iglesia. Los que se pierdan, será por propia culpa “.

• San Alfonso María de Ligorio: “¿Cuántos son los infieles, herejes y cismáticos que no disfrutan de la felicidad de la verdadera fe! La tierra está llena de ellos, y ellos se han perdido para siempre “!

• San Juan Eudes: “El mayor mal existente hoy en día es la herejía, furia infernal que arroja innumerables almas a la condenación eterna”.

• El Papa San León Magno: “ Los que permanecen en la herejía se vuelven indignos de perdón, nunca podrán alcanzar perdón. Caen en la blasfemia [N.T. contra el Espíritu Santo]que nunca será perdonada, ni en este mundo ni en el juicio venidero.”(3)

Esta enseñanza uniforme del pasado de la Iglesia sobre la herejía no puede ser un error, Ya que se beneficia de la asistencia del Espíritu Santo puesto que es el Magisterio constante y universal de la Iglesia. Si esto es así, los esfuerzos de los seguidores del Concilio Vaticano II para considerarlas obsoletas son vanos. También lo son las reuniones previstas de Benedicto XVI en Alemania, según lo informado por Zenit.

Los católicos no deben “orar con los no católicos para que entren o vuelvan a entrar en la única verdadera Iglesia de Cristo “, fuera del cual no hay salvación. “ Tienen que predicar a estas almas perdidas por verdadera caridad con las palabras de Santa Catalina de Siena, quien insistió: “: Volved, volved, no espereis a que con la vara de la justicia nuestras pecados no quedan impunes, especialmente los cometidos contra la Santa Iglesia. “ Ellos pueden ver multitud de milagros que una y otra vez confirman las enseñanzas perennes, de la Iglesia universal e inmutable. Esta pruebas de la autenticidad de la fe católica son signos de que Dios en su misericordia hace para que su voluntad se manifieste a las criaturas y ellos puedan creer en Él y en Su Iglesia y salvar sus almas.

¿Habrá que callar y negar todas estas pruebas por la razón ecuménica “para alcanzar objetivos transitorios como la paz y el diálogo humano libre de conflictos? Es penosísimo que se hagan estas concesiones a herejes y cismáticos, a costa de la salvación eterna de millones de almas.

   Fuente: Amor de la Verdad

jueves, 22 de septiembre de 2011

LA RECONCILIACIÓN DE ROMA CON LA HOY NEOFSSPX

 sobre el "preámbulo doctrinal"
  20 de septiembre 2011

 Publicado en el sitio Famille Chretienne

  Para la Sociedad de San Pío X, el margen de interpretación del Consejo
es "la" cuestión

Nos estamos acercando al final de un cisma, la reconciliación entre los descendientes de Mons. Lefebvre y Roma? Hoy parece que la pelota está en la Sociedad de San Pío X. Su superior, el obispo Fellay, el preámbulo a aceptar la doctrina pronunciada por el cardenal Levada 14 de septiembre? Y si lo hace, la sociedad seguirá? La respuesta de su portavoz, Don Lorans, quien lo acompañó a Roma.

  Es un momento histórico o es una simple recuperación?
  Después de la preliminar propuesta por el obispo Fellay en la tradicional misa por el Santo Padre, los obispos de las sanciones canónicas contra la fraternidad y discusiones doctrinales sobre el Concilio Vaticano II, que era normal tener en cuenta las perspectivas para el futuro. . Esto es lo que se hizo el 14 de septiembre.
  Puede enviar la franqueza de los grandes teólogos de la Sociedad, que en el transcurso de estas entrevistas han mostrado ningún reparo en las dificultades que plantean algunos textos doctrinales del Consejo.. Esta libertad no impidió una nueva etapa.  Es evidente que Roma sabe nuestra posición con mucha precisión y con este conocimiento que el cardenal Levada exacta presentó a Mons. Fellay esta doctrina preámbulo.

  La Fraternidad seguirá  A Mons. Fellay, si va a dar su aprobación a este preámbulo?
  Un acuerdo con Roma podría resolver la situación canónica de la Fraternidad San Pío X. Pero esto no es tanto lo que es importante, cómo hacer que la tradición - a menudo criticado, que es perseguido por más de 40 años - su derecho a la ciudadanía en la Iglesia. . Lo que se inicia con el Motu Proprio Summorum Pontificum, que declaró que la misa tradicional nunca fue abrogada., Si, después de un cuidadoso estudio que Roma le pidió, Mons. Fellay le dará su aprobación, la sociedad sin duda será "beneficioso. "

  ¿Cuál es el alcance del debate legítimo sobre los documentos del Vaticano II?
  Esta es "la" pregunta!
. Desde el preámbulo de la doctrina es reservada, no puedo añadir nada a lo que se dice en el comunicado de prensa oficial: "dejando al mismo tiempo a la discusión legítima del estudio y la explicación teológica de las expresiones individuales o declaraciones en los documentos del Concilio Vaticano II y del Magisterio que viene ".
  Algunas personas creen que los puntos del Consejo de que las dificultades actuales podrían ser discutidos sin este problema nos la pertenencia a la Iglesia. ¿Qué es reconocer que estos textos no requieren solicitar la adhesión a los dogmas controvertidos.
  Otros insisten en que el preámbulo de esta doctrina - que recordemos, no es pública - exigir el cumplimiento de la mayor parte del Consejo, su autenticidad y legalidad de su enseñanza. Para ellos, tomando los términos de su pregunta, la mera posibilidad de un debate sobre el Vaticano parece "un poco" demasiado ".
  ¿Qué se puede ver una diferencia entre la liberación de 14 de septiembre de 2011 y redactó la nota de la Secretaría de Estado 04 de febrero 2009, diciendo: "Para un temprano reconocimiento de la Fraternidad de San Pío X es condición indispensable para el pleno reconocimiento del Vaticano II y el Magisterio de los Papas Juan XXIII, Pablo VI, Juan Pablo I, Juan Pablo II y Benedicto XVI de la misma. "
  Entre estas declaraciones, hay dos años de discusiones teológicas que, de acuerdo con el obispo Fellay, "han contribuido a profundizar y aclarar cuestiones doctrinales."
 No ha ido evolucionando desde Roma entre 2009 y 2011?
  Ayudamos a la exposición hecha por los teólogos de la Fraternidad?
  Os dejo la respuesta.

ESTE ES UNO DE LOS MODELOS SUGERIDOS PARA LA NUEVA FSSPX

EN EL PREAMBULO LAS SUGERENCIAS, DEL  BUEN VESTIR MODERNISTA, TAMBIÉN   HARA FUROR EN  LOS MIEMBROS DE LA NEOFSSSPX

miércoles, 21 de septiembre de 2011

LLAMANDO AL AMO

DICEN QUE CUANDO UN RABINO  HACE SONAR UN CUERNO DE CARNERO , SE COMUNICA CON SU AMO , Y,  ALGÚN NEGOCIO HACEN




LOS CUERNOS: UN APUNTE HISTÓRICO
Los " cuernos" en la Antigüedad significaron " fuerza" y " poder ". En muchas citas de la Biblia así aparece. El sentido aludido lo encontramos en los Salmos. En otros Libros, como Ezequiel, cuando se habla de cuernos se quiere sobresaltar el espíritu altanero del hombre que se siente fuerte con su poder. El sentido de la prosperidad también se quiere identificar con los cuernos y así aparece en varios momentos tanto en Deuteronomio, Salmos, Jeremías, Macabeos . . . De ahí que cuando Daniel escribe sus profecías, los reyes y reinos aparezcan ornamentados con cuernos.

Era lógico que el pueblo judío empleasen los cuernos como vasijas y recipientes para contener líquido. El cuerno también se utilizaba como un instrumento musical.

Para los griegos beber vino en el cuerno de un unicornio preservaba contra picaduras de serpientes. Tengamos en cuenta que los griegos daban un significado muy parecido al cuerno al que había tenido hasta entonces. Incluso en el templo de Delfos, cuando se sacrificaban animales, sus cuernos no los tiraban sino que servían para la ornamentación del templo. La palabra " cornucopia " hoy tiene un significado referido a un espejo con marquetería rococó, pero esa palabra se originó cuando el cuerno estaba estaba repleto de flores y follaje y fue conocida en Grecia. Cuando el cuerno se utilizaba tan solo como vaso o recipiente se le llamaba " ritón ". En cuanto al significado que tendría hoy día el " poner los cuernos " la expresión mas cercana a ello seria la griega " cherata poteia ", que venia a representar el deshonor del varón por la infidelidad de la mujer. Aun así no tenia el contenido de hoy día.

Otras veces dos cuernos largos, unidos, servían para conformar un arco para lanzar flechas. Los romanos conocieron también esos arcos si bien los mas usual era construirlos de madera. En la cultura romana los pastores lo utilizaban, igualmente, en el campo para llamar a sus rebaños. Lo que si tuvo gran importancia fue el cuerno como instrumento de llamada y convocatoria, ejerciendo el papel de corneta. Se usaba en todo tipo de actos, asambleas, ceremonias religiosas. . .etc. Hasta el punto que los músicos que se especilizaban en el cuerno o " cornu " se les llamaba " cornicines ". La expresión conocida de cuernos, que se hace con la mano, bajando los dedos medio y anular y dejando en alto el índice y meñique, para un romano tenia si un significado de burla pero no la carga tan especifica que tiene hoy.

Ese poderío se plastificó en el pueblo vikingo donde sus guerreros, en los cascos, portaban los cuernos.

Durante la Edad Media y por influencia del Cristianismo el cuerno pasa a significar un atributo del mal y así vemos que constituye uno de los componentes del Diablo. Las brujas medievales los utilizaban. Los caravanas de los aceiteros andaluces hacían colgar del cuello en sus burros un cuerno para evitar picaduras de víboras.

A partir del Renacimiento, y mas tarde, en el siglo XVIII, el cuerno era símbolo de la abundancia. Recordemos que ya la Biblia hay momentos en que identifica los cuernos con los bienes materiales. Pero ahora si surge el " cuerno de la abundancia " repleto de parabienes y riquezas. Ahora el Cuerno de Amaltea o Cuerno de la Abundancia. Y encontramos muestras de ese cuerno en una obra de Andrés Verocchio en la tumba de Juan y Pedro de Médicis, en San Lorenzo ( Florencia ).

Hay que traspasar la Edad Moderna para encontrar los " cuernos " como símbolo de " infidelidad ". Y una letrilla del año mil ochocientos y pico, anónima, decía así:


Y ¿ Como esta hoy la situación ?: los " cuernos " y " poner los cuernos " tiene el mismo significado que en anteriores años. Otra cosa muy diferente es que tenga la misma trascendencia. Pero eso lo vamos a apuntar en otro momento.

martes, 20 de septiembre de 2011

Buffalo Bill en Roma



 

  Un relato de primera mano de la visita en el Coliseo, y de una reunión con el Papa León XIII
Pocos saben que, en 1890, Roma acogió a Buffalo Bill "Wild West Circus". De hecho, tenemos una relación detallada de los días pasados ​​en la ciudad eterna. En un folleto titulado "Buffalo Bill Wild West y el Congreso de los Rough Riders of the World", publicado en 1893, se da una relación detallada de los dos episodios más importantes ocurridos en aquella ocasión: una competencia polémica y un encuentro con el Santo Padre, El Papa León XIII.  Así es como se describió la "Ciudad Eterna": «Entonces, el" famoso de las famosas ciudades "del mundo, Roma, recibió la visita siguiente, al ser conquistada por el poder suave de interés intelectual y el placer recíproco intercambiadas por, sus visitantes inusuales, el honor de ser dado a "el conjunto" como una organización, de asistir a una fiesta deslumbrante dado en el Vaticano por Su Santidad el Papa León XIII y de recibir la bendición del Pontífice es exaltado. La compañía fueron fotografiados en el Coliseo, que arruinan majestuoso parecía lamentar en silencio y solemnidad que su antigua arena famoso era demasiado pequeño para esta exposición moderna de la lucha entre los que imitan a la civilización (nacido y que emanan de 'neath sus muros) y una primitiva personas que nunca se soñó en el mundo-la conquista de una Roma de los creadores más salvajes vuelos de la imaginación vívida. Buffalo Bill en el Coliseo . Paseando por su arena, mirando en las casas de sus leones, o recostados perezosamente sobre sus ruinas conveniente, la audiencia de su historia-de interpretar Romulus, de César, de Nero, vagaban esta banda de Wild West Sioux (un pueblo cuya historia en los hechos de barbarie es igual , si no se destaca, los antiguos romanos), ahora de la mano de la paz y la amistad firmemente cimentado con los hombres de la frontera estadounidense-una vez que los antagonistas de los gladiadores de la ONU los Llanos Occidentales.  Que, escuchando el cuento en el lugar, de aquellos cuya "Morituri te salutant", fue el breve preludio de una muerte salvaje, formado una imagen nueva en el marco histórico!  El salvaje oeste en el Coliseo! »Una imagen de los nativos americanos y sus tiendas de campaña de pie en el nivel más bajo en el centro del Coliseo ilustra la historia inusual.El otro evento importante durante su estancia en Roma fue su circo y su asistencia para la ceremonia de aniversario del Papa León XIII. Era 03 de marzo 1890. . Según un artículo publicado en el Herald de Nueva York al día siguiente, «Uno de los más extraños espectáculos jamás visto dentro de los muros venerables del Vaticano fue la espectacular entrada de" Buffalo Bill "a la cabeza de sus indios, y la vaca chicos esta mañana cuando el tribunal militar eclesiásticos y seculares de la Santa Sede se reunieron para presenciar la duodécima acción de gracias anual de León XIII, para su coronación. En medio de la escena espléndida, llena de la aristocracia romana antigua, y rodeado por paredes inmortalizado por Miguel Ángel y Rafael, de repente apareció una multitud de salvajes de pintura de guerra, las plumas y mantas, llevando hachas y cuchillos.. Una gran multitud surgió en la gran plaza antes de principios de San Pedro en la mañana para presenciar la llegada de los americanos. De repente, una figura de la cola y caballeroso apareció en la entrada, y todas las miradas se volvieron hacia él.  Con un movimiento de su sombrero grande, saludó a los eunucos, y luego se dirigió entre los guardias con su socio, el señor Nate Salsbury, a su lado.  "Rocky Bear" llevó a los guerreros Sioux, que cerraba la marcha. Buffalo Bill en San Pedro They were painted in every color that Indian imagination could devise. Fueron pintadas en todos los colores que la imaginación india podría imaginar. Every man carried something with which to make big medicine in the presence of the great medicine man sent by the Great Spirit. Cada hombre llevaba algo con lo que para hacer la medicina grande en la presencia del hombre de la  Los indios y los vaqueros se alineaban en las esquinas al sur de la Sala Ducal.  El coronel Cody y Salsbury Sr. acompañaron en la Capilla Sextine por chambelanes, donde fueron recibidos por la Srta. Sherman, hija del general Sherman. Una princesa invitó al coronel Cody a un lugar en la tribuna de los nobles romanos.  he heads of his guards, preceded by the Knightshe Indians. Cuando el Papa apareció en la sedia gestatoria, llevada por encima de las cabezas de sus guardias, precedido por los Caballeros de Malta y una procesión de cardenales y arzobispos, los vaqueros se inclinó y lo mismo hicieron los indios. "Rocky Bear" se arrodilló e hizo la señal de la cruz.  se inclinó afectuosamente hacia los grupos rudos y los bendijo.  Parecía estar tocado por la vista.. Cuando el tren Papal barrido, los indios se puso nervioso y se desmayó una indid been warnedco not to utter a sound, and were with difficulty restrained from whooping. Habían sido advertidos de no emitir sonido alguno, y se ntuvo con dificultad de ferina.  El Papa miró atentamente el coronel Cody a su paso, y el explorador y gran combatiente indio se inclinó al recibir la bendición pontificia ». artículo y la captura de la excepcionalidad de esta reunión, y uno no puede evitar sonreír y ser trasladado casi mirando a la imagen que muestra la Plaza de San Pedro s lleno de nativos americanos y los Cowboys!

lunes, 19 de septiembre de 2011

Nuestra Señora de La Salette, 19 de septiembre de 1846: “Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo (…) la Iglesia será eclipsada”.

Publicado por la Pastora de la Salette con "imprimatur" de Mons. el obispo de Lecce. Versión tomada del libro "Celle qui pleura" de León Bloy —Apéndice— editado en París, MCMVIII (Société du Mercure de France). La traducción, que ha procurado ser lo más literal posible, ha sido realizada especialmente para esta revista por Pablo Williams.


El 18 de setiembre, víspera de la santa Aparición de la Santa Virgen, me encontraba sola, como de costumbre, cuidando las cuatro vacas de mis amos. Hacia las once de la mañana ví venir hacia mí unPublicado por la Pastora de la Salette con "imprimatur" de Mons. el obispo de Lecce. Versión tomada del libro "Celle qui pleura" de León Bloy —Apéndice— editado en París, MCMVIII (Société du Mercure de France). La traducción, que ha procurado ser lo más literal posible, ha sido realizada espalmente para esta revista por Pa muchachito. Al verlo, me asusté, pues me parecía que todo el mundo debía ya saber que yo huía toda clase de compañía. El niño se me acercó y me dijo: —"Pequeña, voy contigo. yo soy también de Corps". Ante estas palabras mi mecial genio se hizo ver enseguida, y retrocediendo unos pasos, le dije: —"No quiero a nadie aquí, quiero estar sola". Luego me alejé, pero el niño me seguía diciéndome: —"Vamos, dé-jame estar contigo, mi patrón me dijo que viniera a cuidar mis vacas con las tuyas; soy de Corps".
Me alejé de él haciéndole saber por señas de que no quería a nadie allí. Una vez alejada, me senté sobre la hierba. Allí conversaba con las florecitas de Dios.
Un momento después miro detrás de mí y encuentro a Maximin sentado muy cerca. Enseguida me dijo: "Déjame estar a tu lado, me portaré bien". Pero mi mal genio no entendió razones. Me levanto con precipitación, huyo un poco más lejos sin decirle nada, y me pongo a jugar nuevamente con las flores de Dios. Al instante, Maximin estaba otra vez allí diciéndome que se portaría bien, que no hablaría, que se aburriría estando solo, que su patrón le había mandado con-migo … etc. Esta vez tuve lástima, le indiqué que se sentara, y continué con las flores de Dios.
Maximin no tardó en romper el silencio; se puso a reír (creo que se burlaba de mí) ; lo miro y me dice: —"Divirtámonos, juguemos a algo". No le contesté nada, pues yo era tan ignorante que, habiendo estado siempre sola, no comprendía nada acerca de jugar con otra persona. Me entretenía sola con las flores y Maximin, acercándose a mi lado, no dejaba de reírse, diciéndome que las flores no tenían orejas para oírme y que debíamos jugar juntos. Pero a mí no me gustaba el juego que me proponía. Sin embargo, empecé a hablarle, y él me, dijo que pronto iban a terminar los diez días que debía pasar con su patrón y que luego iría a Corps a casa de su padre, etc.
Mientras me hablaba, se oyó la campana de la Salette; era el Angelus. Con un gesto le indiqué a Maximin que elevara su alma a Dios. Se descubrió la cabeza y guardó silencio por un momento. Luego le dije: —"¿Quieres comer? —Sí, me dijo. Vamos. "Nos senta­mos; saqué de mi bolsa las provisiones que me habían dado mis patrones y, según mi cos­tumbre, antes de cortar mi pequeño pan redondo hice una cruz sobre él con la punta de mi cuchillo y un agujerito en el medio, diciendo: —"Si el diablo está allí, que salga, si Dios está allí, allí se quede" y rápido, muy rápido recubrí el agujerito. Maximin lanzó una car­cajada y dio un puntapié a mi pan que se escapó de entre mis manos, rodó hasta el fondo de la montaña, y se perdió.
Yo tenía otro pedazo de pan. Lo comimos juntos. Después, jugamos. Luego, dán­dome cuenta que Maximin debía tener necesidad de comer, le señalé un lugar de la mon­taña cubierto de pequeños frutos. Le aconsejé comer algunos, cosa que hizo de inmediato; comió, y trajo su gorra llena. Al anochecer, bajamos juntos la montaña, y nos prometimos volver a cuidar juntos nuestras vacas.
Al día siguiente, 19 de setiembre, me encuentro caminando nuevamente con Maxi­min; trepamos juntos la montaña. Encontraba a Maximin muy bueno, muy simple y que hablaba con gusto de lo que yo quería hablar; era también muy dócil, sin aferrarse a su sentimiento; sólo era un poco curioso, pues, cuando yo me alejaba de él, en cuanto me veía detenerme, corría rápidamente a ver lo que hacía y oír lo que decía a las flores de Dios, y, si no llegaba a tiempo, me preguntaba qué había dicho. Maximin me dijo que le enseñara un juego. La mañana estaba avanzada; le dije que juntáramos flores para hacer el "Paraíso".
Nos pusimos los dos a la obra. Pronto tuvimos una buena cantidad de flores de dis­tintos colores. Se oyó el Angelus de la villa pues el cielo estaba sereno y sin nubes. Des­pués de haber dicho a Dios lo que sabíamos le dije a Maximin que debíamos llevar nues­tras vacas a un pequeño terreno, cerca de una pequeña barranca donde habría piedras para construir el "Paraíso". Llevamos nuestras vacas al lugar señalado y enseguida hicimos nuestra pequeña cena. Luego, nos pusimos a llevar las piedras y a construir nuestra casita que consistía en una planta baja que se decía ‘ nuestra habitación y Luego un piso encima que era, según nosotros, el "Paraíso".
Este piso estaba todo adornado de flores de distintos colores con coronas suspendidas de tallos de flores. El "Paraíso" estaba cubierto por una sola y ancha piedra que habíamos recubierto de flores; habíamos colgado también coronas a su alrededor. Terminado el "Pa­raíso" lo contemplamos; nos vino el sueño, nos alejamos dos pasos de allí, y nos dormimos sobre la hierba.
Sin hacerlo caer, la Bella Señora se sienta sobre nuestro "Paraíso".
II
Al despertarme y no ver nuestras vacas llamo a Maximin y trepo el pequeño montículo. Habiendo visto que nuestras vacas estaban tranquilamente recos­tadas, yo bajaba de allí y Maximin subía, cuando, de pronto, veo una bella luz más brillante que el sol, y apenas he podido decir estas palabras: —"¿Maximin, ves, allá? ¡Ah! ¡Dios mío! "Al mismo tiempo dejo caer el bastón que tenía en la mano. No sé qué de delicioso acontecía en mí en ese momento, pero yo me sentía atraída, sentía un gran respeto lleno de amor, y mi corazón hubiera que­rido correr más rápido que yo.
Yo miraba fijamente esta luz que estaba inmóvil, y, como si ella se hubiese abierto, percibí otra luz mucho más brillante, y que estaba en movimiento y, en esta luz, una Bellísima Señora sentada sobre nuestro "Paraíso" con la cabeza en­tre sus manos. Esta Bella Señora se ha levantado, ha cruzado un poco sus brazos, y mirándonos, nos ha dicho: "Acercaos, hijitos míos, no tengáis temor, estoy aquí para anunciaros una gran noticia " . Estas dulces y suaves palabras me hicieron volar hacia ella, y mi corazón hubiese querido estrecharse a ella para siempre. Habiendo llegado muy cerca de la Bella Señora, frente a ella, a su de recha, comienza ella su discurso y también las lágrimas comienzan a correr de sus bellos ojos.
"Si mi pueblo no quiere someterse estoy forzada a dejar libre la mano de mi Hijo. Es tan grave y pesada que no puedo retenerla más.
¡Hace cuánto tiempo que sufro por vosotros! Si quiero que mi Hijo no os abandone, debo rogarle sin pausa. Y en cuanto a vosotros, no hacéis caso de ello. Por más que roguéis, por más que hagáis, jamás podréis recompensar la pena que me he tomado por vosotros.
Os he dado seis días para trabajar, me he reservado el séptimo, y no se quiere acordármelo. Esto es lo que hace tan pesado el brazo de mi Hijo.
Los que conducen los carros no saben hablar sin introducir el nombre de mi Hijo en sus juramentos. Son ambas cosas lo que hacen tan pesado el brazo de mi Hijo.
Si la cosecha se echa a perder, sólo es a causa de vosotros.
Os lo he hecho ver el año pasado con las papas. Vosotros no habéis hecho caso de ello; al contrario, cuando encontrábais las echadas a perder jurábais y usábais el nombre de mi Hijo. Ellas seguirán echándose a perder; en Navidad no habrá más".
Aquí yo trataba de comprender la palabra "pommes de terre"; creía com­prender que significaba "pommes" (papas). La Bella y Buena Señora, adivi­nando mi pensamiento, continuó así:
"¿No lo comprendéis, mis hijitos? Os lo diré de otra manera".
La traducción en francés es la siguiente:
"Si la cosecha se arruina es sólo por vosotros; os lo he hecho ver el año pasado con las papas y vosotros no habéis hecho caso de ello, al contrario, cuando encontrábais las arruinadas, jurábais y usábais el nombre de mi Hijo. Van a seguir echándose a perder, y en Navidad no habrá más.
Si tenéis trigo, no hay que sembrarlo.
Todo lo que sembréis, lo comerán las bestias, y lo que crezca, caerá hecho polvo al cernirlo. Va a venir una gran hambre. Antes que el hambre venga, los niñitos menores de siete años tendrán un temblor, y morirán entre las manos de las personas que los sostengan; los demás harán penitencia con el hambre. Las nueces se echarán a perder, los racimos se pudrirán".
Aquí, la Bella Señora, que me tenía encantada, quedó un momento sin ha­cerse oír; veía, sin embargo, que seguía moviendo graciosamente sus amables labios como si hablase. Maximin recibía entonces su secreto. Luego, dirigién­dose a mí, la Santísima Virgen me habló, y me dio un secreto en francés. He aquí este secreto, tal como ella me lo ha dado:
III 
1. Melanie, lo que voy a decirte ahora no permanecerá siempre en secreto. Podrás publicarlo en 1858. 
2. Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus irre­verencias y su impiedad al celebrar los santos misterios, por amor del dinero, por amor del honor y de los placeres, los sacerdotes se han transformado en cloacas de impureza. Sí, los sacerdotes reclaman venganza, y la venganza está suspendida sobre sus cabezas. ¡Desdicha de los sacerdotes y las personas consagradas a Dios que por sus infidelidades y su mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas consagradas a Dios claman al cielo, y llaman la venganza, y he aquí que la venganza está a sus puertas, pues no hay más nadie para implorar misericordia y perdón para el pueblo; no hay más almas genero­sas, no hay más persona digna de ofrecer la Víctima sin mancha al Eterno en favor del mundo. 
3. Dios va a golpear de una manera sin ejemplo. 
4. ¡Desdichados los habitantes de la tierra! Dios va a agotar su cólera, y nadie podrá sustraerse a tantos males reunidos. 
5. Los jefes, los conductores del pueblo de Dios, han descuidado la oración y la peni­tencia, y el demonio ha oscurecido sus inteligencias; se han convertido en esas estrellas errantes que el viejo diablo arrastrará con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la antigua serpiente poner divisiones entre los que reinan, en todas las sociedades y en toda las familias; se sufrirán penas físicas y morales; Dios abandonará los hombres a sí mismos y enviará castigos que se sucederán durante más de treinta y cinco años. 
6. La sociedad está en la víspera de las plagas más terribles y de los más grandes acontecimientos; hay que esperar ser gobernado por una vara de hierro y beber el cáliz de la cólera de Dios. 
7. Que el Vicario de mi Hijo, el Soberano Pontífice Pío IX, no salga más de Roma después del año 1859; pero que sea firme y generoso, que combata con las armas de la fe y del amor; yo estaré con él. 
8. Que desconfíe de Napoleón; su corazón es doble y cuando querrá ser a la vez Papa y emperador, enseguida Dios se retirará de él; él es esa águila que, queriendo siempre elevarse, caerá sobre la espada con que deseaba servirse para obligar a los pueblos a elevarle. 
9. Italia será castigada por su ambición al querer sacudirse el yugo del Señor de los Señores; también ella será entregada a la guerra, la sangre correrá por todas partes; las iglesias serán cerradas o profanadas; los sacerdotes, los religiosos serán expulsados; se los hará morir y morir de una muerte cruel. Muchos abandonarán la Fe y será grande el nú­mero de los sacerdotes y religiosos que se apartarán de la verdadera religión; entre estas personas habrá incluso Obispos. 
10. Que el Papa se cuide de los hacedores de milagros pues ha llegado el tiempo en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar sobre la tierra y en los aires. 
11. En el año 1864, Lucifer con un gran número de demonios serán soltados del in­fierno: abolirán la fe poco a poco, incluso en las personas consagradas a Dios; los cegarán de tal manera, que, a menos de una gracia particular, estas personas tomarán el espíritu de esos ángeles malos; muchas casas religiosas perderán enteramente la fe y perderán muchas almas. 
12. Los malos libros abundarán sobre la tierra y los espíritus de las tinieblas exten­derán en todas partes un relajamiento universal para todo lo que concierne al servicio de Dios; tendrán un gran poder sobre la naturaleza; habrá iglesias para servir a estos espíritus. De un lado a otro serán transportadas personas por estos malos espíritus e incluso sacer­dotes, pues ellos no se habrán conducido según el buen espíritu del Evangelio, que es espíritu de humildad, de caridad y de celo por la gloria de Dios. Se resucitará a muertos y a justos [es decir que esos muertos tomarán la figura de almas justas que han vivido sobre la tierra, con el fin de seducir mejor a los hombres; éstos que se dicen muertos resucitados, que no serán sino el demonio bajo sus figuras, predicarán otro Evangelio contrario al del verdadero Cristo-Jesús, negando la existencia del cielo o aún las almas de los condenados. Todas estas almas parecerán unidas a sus cuerpos] (nota de Melanie). Habrá en todas partes prodigios extraordinarios puesto que la verdadera fe se ha extinguido y la falsa luz ilumina al mundo. Desdichados los Príncipes de la Iglesia que sólo se hayan ocupado en acumular riquezas sobre riquezas, en salvaguardar su autoridad y en dominar con orgullo. 
13. El Vicario de mi Hijo tendrá mucho que sufrir, pues, por un tiempo, la Iglesia será librada a grandes persecuciones; esto será el tiempo de las tinieblas; la Iglesia tendrá una crisis terrible.
14. Olvidada la santa fe de Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser superior a sus semejantes. Se abolirán los poderes civiles y eclesiásticos, todo orden y toda justicia serán pisoteados; sólo se verán homicidios, odio, celos, mentira y discordia, sin amor por la patria ni por la familia. 
15. El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. 
16. Los malvados atentarán muchas veces contra su vida sin poder dañarle; pero ni él ni su sucesor… verán el triunfo de la Iglesia de Dios. 
17. Los gobiernos civiles tendrán todos un mismo designio, que será abolir y hacer desaparecer todo principio religioso para hacer lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y a toda clase de vicios. 
18. En el año 1865 se verá la abominación en los lugares santos; en los conventos, las flores de la Iglesia se pudrirán y el demonio se hará como rey de los corazones. Que los que están a la cabeza de las comunidades religiosas tengan cuidado con las personas que deben recibir, pues el demonio hará uso de toda su malicia para introducir en las órde­nes religiosas personas entregadas al pecado, ya que los desórdenes y el amor de los pla­ceres carnales serán extendidos por toda la tierra. 
19. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá en las calles, el francés combatirá con el francés, el italiano con el italiano; luego habrá una guerra general que será espantosa. Por un tiempo Dios no se acordará de Francia ni de Italia, puesto que el Evangelio de Jesucristo no se conoce ya más. Los malvados desple­garán toda su malicia; se matará, se masacrará mutuamente hasta en las casas.
20. Al primer golpe del rayo de su espada las montañas y la tierra entera temblarán de pavor puesto que los desórdenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los cielos. París será quemada y Marsella será engullida por el mar, muchas grandes ciu­dades serán sacudidas y engullidas por terremotos: se creerá que todo está perdido; sólo se verán homicidios, sólo se oirán estrépito de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, sus penitencias y sus lágrimas subirán hasta el Cielo y todo el pueblo de Dios pedirá perdón y misericordia, y pedirá mi ayuda y mi intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de su justicia y de su misericordia, ordenará a sus ángeles que todos sus enemigos sean ejecutados. De pronto, los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hom­bres entregados al pecado perecerán, y la tierra será como un desierto. Entonces se hará la paz, la reconciliación de Dios con los hombres. Jesucristo será servido, adorado y glori­ficado; en todas partes florecerá la caridad. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia que será fuerte, humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será predicado en todas partes, y los hombres harán grandes pro­gresos en la fe, porque habrá unidad entre los obreros de Jesucristo y los hombres vivirán en el temor de Dios. 
21. Esta paz entre los hombres no será larga; veinticinco años de abundantes cosechas les harán olvidar que los pecados de los hombres son causa de todas las aflicciones que acontecen sobre la tierra. 
22. Un precursor del anticristo con sus ejércitos de varias naciones combatirá contra el verdadero Cristo, el único Salvador del mundo; derramará mucha sangre y querrá ani­quilar el culto de Dios para hacerse tener como un Dios. 
23. La tierra será golpeada por toda clase de plagas (además de la peste y el hambre, que serán generales) ; habrá guerras hasta la última guerra, que será hecha por los diez reyes del anticristo, que tendrán todos un mismo designio, y serán los únicos que gober­narán el mundo. Antes que esto acontezca habrá una especie de falsa paz en el mundo; sólo se pensará en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados, pero los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor de Dios y en las virtudes que me son más queridas. Dichosas las almas humildes conducidas por el Espíritu Santo. Yo combatiré con ellas hasta que lleguen a la plenitud del tiempo. 
24. La naturaleza reclama venganza para los hombres, y, esperando lo que debe ocurrir a la tierra manchada de crímenes, se estremece de pavor. 
25. Tiembla, tierra, temblad vosotros, los que hacéis profesión de servir a jesucristo y que por dentro os adoráis a vosotros mismos; pues Dios va a entregaros a su enemigo, puesto que los lugares santos se hallan en la corrupción; muchos conventos no son más las casas de Dios sino el pasto de Asmodeo y los suyos. 
26. Será durante este tiempo que nacerá el anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa virgen que tendrá comunicación con la antigua serpiente, el señor de la impureza; su padre será Ev.; al nacer vomitará blasfemias, tendrá dientes; será, en una palabra, el diablo encarnado; lanzará gritos terribles, hará prodigios, sólo se alimentará de impurezas. Tendrá hermanos que, aunque no sean demonios encarnados como él, serán hijos del mal; a los doce años se señalarán por sus valientes victorias, pronto estará cada uno a la cabeza de ejércitos asistidos por legiones del infierno. 
27. Las estaciones se alterarán, la tierra sólo producirá malos frutos, los astros per­derán sus movimientos regulares, la luna sólo reflejará una débil luz rojiza; el agua y el fuego darán al orbe de la tierra movimientos convulsivos y horribles terremotos que engullirán montañas, ciudades, etc. 
28. Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo. 
29. Los demonios del aire con el anticristo harán grandes prodigios sobre la tierra y en los aires, y los hombres se pervertirán cada vez más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres de buena voluntad; el Evangelio será predicado en todas partes, ¡Todos los pueblos y todas las naciones tendrán conocimiento de la verdad! 
30. Yo dirijo un apremiante llamado a la tierra; llamo a los verdaderos discípulos de Dios viviente y reinante en los cielos; llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único y verdadero Salvador de los hombres; llamo a mis hijos, mis verdaderos devotos, aquellos que se han entregado a mí para que los conduzca a mi Hijo divino, aquellos que, por así decir, llevo en mis brazos; aquellos que han vivido de mi espíritu; llamo en fin a los apóstoles de los últimos tiempos, los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido en desprecio del mundo y de sí mismos, en la pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el silencio, en la oración y en la mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y desconocidos del mundo. Es tiempo de que salgan y vengan a iluminar la tierra. Id y mostraos como mis hijos queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros con tal vuestra fe sea la luz que os ilumine en estos días de infortunio. Que vuestro celo os haga como hambrientos de la gloria y del honor de Jesucristo. Combatid, hijos de la luz, vosotros, los pocos que veis, pues he aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines. 
31. La Iglesia será eclipsada, el mundo se hallará en la consternación. Pero he aquí a Enoch y Elías llenos del Espíritu de Dios; ellos predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; harán grandes progresos por virtud del Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del anticristo.
32. ¡Desdichados los habitantes de la tierra! habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un espantoso granizo de animales, truenos que sacudirán las ciudades, terremotos que engullirán países; se oirán voces en los aires, los hombres se darán de golpes con su cabeza en los muros; llamarán a la muerte y, por otro lado, la muerte hará su suplicio, la sangre correrá por todas partes. ¿Quién podrá vencer si Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y las oraciones de los justos Dios se dejará doblegar; Enoch y Elías serán matados; Roma pagana desaparecerá; el fuego del cielo caerá y consumirá tres ciudades; todo el universo será sa­cudido de terror, y muchos se dejarán seducir porque no han adorado al verdadero Cristo viviente entre ellos. Es el momento; el sol se oscurece; sólo la fe vivirá.
33. He aquí el tiempo; el abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. He aquí a la bestia con sus súbditos, diciéndose salvador del mundo. Se elevará con orgullo en los aires para ir hasta el cielo; será ahogado por el soplo de San Miguel Arcángel. Caerá, y la tierra, que desde hace tres días estará en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego, él será sumergido para siempre con todos los suyos en los abismos eternos del infierno. Entonces el agua y el fuego purificarán la tierra y consumirán todas las obras del orgullo de los hombres y todo será renovado: Dios será servido y glorificado. 
IV 
Enseguida la Santa Virgen me dio, también en francés, la Regla de una nueva Orden religiosa.
Después de darme la Regla de esta nueva Orden religiosa, la Santa Virgen continuó así su Discurso:
"Si ellos se convierten, las piedras y las rocas se transformarán en trigo, las papas se encontrarán sembradas en los campos. ¿Hacéis bien vuestra oración, hijos míos?". Respondimos los dos:
"¡Oh! no, Señora, no muy bien".
"¡Ah! hijos míos, hay que hacerla bien, por la noche y por la mañana. Cuando no podáis hacer mejor, decid un Pater y un Ave María; y, cuando tengáis tiempo y podáis hacerla mejor, diréis más.
Sólo van algunas mujeres un poco ancianas a Misa; los demás trabajan en domingo todo el verano. Y en el invierno, cuando no saben qué hacer sólo van a Misa para burlarse de la religión. En Cuaresma van a la carnicería como perros.
"¿No habéis visto el trigo hachado a perder, hijos míos?".
Los dos contestamos: —" ¡Oh! no, Señora".
La Santa Virgen dijo dirigiéndose a Maximin: "Pero tú, hijo mío, tú ‘ debes haberlo visto con tu padre una vez cerca de Con. El hombre del terreno dijo a tu, padre: "Venid a ver como mi trigo se arruina". Vosotros fuisteis. Tu padre tomó dos o tres espigas en su mano, las frotó, y cayeron hechas polvo. Luego, al volver, cuando no estábais a más de media hora de Corps, tu padre te dio un pedazo de pan diciéndote: Toma, hijo mío, come este año pues no sé quién comerá el año próximo si el trigo se hecha a perder".
Maximin respondió: —"Es verdad, Señora, no lo recordaba".
La Santísima Virgen ha terminado su discurso en francés: "Y bien, hijos míos, voso­tros lo transmitiréis a todo mi pueblo".
La Bellísima Señora atravesó el arroyo y, a dos pasos del arroyo, sin volverse hacia nosotros que la seguíamos (pues ella atraía con su esplendor y más aún por su bondad que me embriagaba, que parecía fundirme el corazón) nos dijo todavía:
"Y bien, hijos míos, vosotros lo transmitiréis a todo mi pueblo".
Luego ella continuó marchando hasta el lugar adonde yo había subido para mirar donde estaban mis vacas. Sus pies sólo tocaban la punta de la hierba sin doblarla. Al llegar a la pequeña altura, la Bella Señora se detuvo y yo me ubiqué rápidamente frente a ella para contemplarla bien, muy bien, y para tratar de saber qué camino se inclinaba a seguir; pues yo estaba decidida, había olvidado mis vacas y los patrones con quienes estaba de servicio; yo me había entregado para siempre y sin condición a Mi Señora; sí, no quería jamás dejarla, jamás; la seguía sin pensarlo más, y en la disposición de servirla mientras viviera.
Con Mi Señora, yo creía haber olvidado el paraíso; sólo tenía el pensamiento de ser­virla bien en todo y creía que hubiese podido hacer todo lo que ella me hubiese dicho, pues me parecía que Ella tenía mucho poder. Me contemplaba con una tierna bondad que me atraía hacia ella; hubiese querido arrojarme a sus brazos con los ojos cerrados. Ella no me ha dado el tiempo para hacerlo. Se elevó insensiblemente de la tierra hasta una altura de cerca de un metro y algo más, y quedándose así suspendida en el aire un brevísimo ins­tante, Mi Bella Señora miró el cielo, luego la tierra a su derecha y a su izquierda, luego me miró con ojos tan dulces, tan amables y tan buenos, que yo creía que me atraía a su interior y me parecía que mi corazón se abría al suyo.
Y mientras mi corazón se fundía en una dulce dilatación, la bella figura de Mi Buena Señora desaparecía poco a poco; me parecía que la luz en movimiento se multiplicaba, o bien se condensaba en torno a la Santísima Virgen para impedirme verla más tiempo. Así la luz tomaba el lugar de las partes del cuerpo que desaparecían a mis ojos; o bien parecía que el cuerpo de Mi Señora se cambiaba en luz, fundiéndose. Así la luz en forma de globo se elevaba dulcemente en dirección recta.
No puedo decir si el volumen de luz disminuía a medida que ella se elevaba o si era el alejamiento lo que hacía que yo viese disminuir la luz a medida que ella se elevaba; lo que sé es que me quedé con la cabeza levantada y los ojos fijos en la luz, aún después que esta luz, que iba siempre alejándose y disminuyendo de volumen, terminó por desaparecer. Mis ojos se apartan del firmamento, miro en torno mío, veo a Maximin que me miraba y le digo: "Memin, debe ser el buen Dios de mi padre o la Santa Virgen, o alguna gran santa" y Maximin, haciendo un gesto con su mano en el aire dijo: " ¡Ah! si lo hubiese sabido!".
V
Al anochecer del 19 de setiembre, nos retiramos un poco más temprano que de cos­tumbre. Al llegar a casa de mis patrones me ocupé en atar mis vacas y en poner todo en orden en el establo. No había terminado aún, cuando mi patrona vino llorando y me dijo: ¿Por qué, hija mía, no vienes a decirme lo que os ha ocurrido en la montaña? (Maximin, no habiendo encontrado a sus amos, que no habían vuelto aún de su trabajo, había venido a casa de los míos, y les había contado todo lo que había visto y oído). Le contesté: "Sí, yo quería decírselo, pero antes deseaba terminar mi trabajo". Un momento después entré en la casa, y mi patrona me dijo: "Cuéntame lo que has visto; el pastor de Bruite (era el sobrenombre de Pierre Selme, patrón de Maximin) me ha contado todo".
Comienzo, y hacia la mitad del relato, mi patrón llega de sus campos. Mi patrona, que lloraba al oír las quejas y las amenazas de nuestra tierna Madre dijo: "¡Ah!, vosotros queríais ir a juntar el trigo mañana; dejadlo, venid a oír lo que ha ocurrido hoy a esta niña y al pastor de Selme". Y dirigiéndose a mí, dice: "Comienza de nuevo todo’ lo que me has dicho". Yo empiezo de nuevo, y cuando hube terminado, mi patrón dice:- "Es la Santa Virgen, o si no una gran santa que ha venido de parte de Dios; pero es como si Dios hubiese venido él mismo. Hay que hacer todo lo que esta Santa ha dicho. ¿Cómo haréis para decir aquello a todo su pueblo? Le respondí: "Vosotros me diréis como debo hacerlo, y yo lo haré". Enseguida, mirando a su madre, a su esposa y a su hermano, agregó: "Hay que pensar en ello". Luego, cada uno se retiró a sus asuntos.
Era después de la cena. Maximin y sus patrones vinieron a casa de los míos a contar lo que Maximin les había dicho, y para saber qué había que hacer. "Pues" —dijeron— "nos parece que es la Santa Virgen, que ha sido enviada por Dios; las palabras que ha dicho lo hacen creer. Y ella les ha dicho que los transmitieran a todo su pueblo; quizá estos ni­ños tendrán que recorrer el mundo entero para hacer saber que es necesario que todo el mundo observe los mandamientos de Dios, si no nos van a ocurrir grandes desgracias "Después de un momento de silencio, mi patrón, dirigiéndose a Maximin y a mí, dijo: "¿Sa­béis vosotros lo que debéis hacer, hijos míos? Mañana, levantaos temprano, id los dos a ver al señor Cura, y contadle todo lo que habéis visto y oído; decidle bien como ha sido la cosa; él os dirá lo que tenéis que hacer".
El 20 de setiembre, al día siguiente de la aparición, partí temprano con Maximin. Al llegar a la parroquia, llamo a la puerta. La sirvienta del señor Cura vino a abrir, y preguntó qué queríamos. Yo le dije (en francés, yo, que jamás lo había hablado) : "Quisiéramos hablar al señor Cura". "¿Y qué queréis decirle?" nos preguntó. "Quisiéramos decirle, se­ñorita, que ayer fuimos a cuidar nuestras vacas en la montaña de Baisses, y, que después de haber comido, etc. etc. Le contamos una buena parte del discurso de la Santísima Virgen. Entonces sonó la campana de la Iglesia, era el último toque que llamaba a Misa. El señor Perrin, cura de la Salette, que nos había oído, abrió ruidosamente la puerta; lloraba, se golpeaba el pecho. Nos dijo: "Hijos míos, estamos perdidos, Dios nos va a cas­tigar. ¡Ah! ¡Dios mío, es la Santa Virgen quien se os ha aparecido!". Y entonces se fue a decir la Santa Misa. Nos miramos con Maximin y la sirvienta; luego Maximin me dijo: "Yo me voy a casa de mi padre, a Corps". Y nos separamos.
Como no había recibido de mis patrones la orden de marcharme enseguida, después de haber hablado al señor Cura, creí no hacer mal en asistir a Misa. Fui entonces a la iglesia. La misa comienza, y después del primer Evangelio, el señor Cura se vuelve hacia el pueblo y procura relatar a sus feligreses la aparición que acababa de ocurrir, el día de la víspera, en una de sus montañas; y los exhorta a no trabajar más el Domingo. Su voz se entrecortaba con sollozos, y todo el pueblo estaba conmovido. Después de la santa Misa me marché a casa de mis señores. El señor Peytard, que es hoy todavía alcalde de la Salette, fue allá a preguntarme acerca de la aparición; y, después de haberse asegurado de la ver-dad de lo que le decía, se marchó convencido.
Yo permanecí al servicio de mis señores hasta la fiesta de Todos los Santos. Luego fui colocada como pensionista en casa de las religiosas de la Providencia, en mi provincia, en Corps.
VI
La Santísima Virgen era muy alta y bien proporcionada; parecía ser tan ingrávida que se la hubiese movido con un soplo; sin embargo, permanecía in-móvil y bien plantada. Su fisonomía era majestuosa, imponente, pero no impo­nente como son los señores de aquí abajo. Ella imponía un temor respetuoso. Al mismo tiempo que Su Majestad imponía respeto imbuido de amor, atraía hacia sí. Su mirada era dulce y penetrante; sus ojos parecían hablar con los míos, pero la conversación venía de un sentimiento vivo y profundo de amor hacia esa belleza encantadora que me fundía. La dulzura de su mirada, su aire de bondad incomprehensible hacía comprender y sentir que ella atraía a Sí, y que deseaba entregarse; era una expresión de amor que no puede expresarse con la lengua de la carne ni con las letras del alfabeto.
El vestido de la Santísima Virgen era blanco plateado, muy brillante, no tenía nada de material: estaba compuesto de luz y de gloria, cambiante y cen­telleante. No hay expresión ni comparación que pueda darse sobre la tierra.
La Santa Virgen era toda bella y toda formada de amor; contemplándola, yo languidecía por fundirme en ella. En su ropaje, como en su persona, todo respiraba la majestad, el esplendor, la magnificencia de una Reina incomparable. Parecía blanca, inmaculada, cristalina, resplandeciente, celeste, fresca, nueva como una Virgen; parecía que la palabra Amor se escapaba de sus labios argentados y todo puros. Me parecía una buena Madre, llena de bondad, de amabilidad, de amor por nosotros, de compasión, de misericordia.
La corona de rosas que tenía sobre la cabeza era tan bella, tan brillante, que no puede uno darse una idea de ella; las rosas de distintos colores no eran de la tierra; era un conjunto de flores lo que ceñía la cabeza de la Santísima Virgen en forma de corona; pero las rosas se intercambiaban o se reemplazaban; además, del corazón de cada rosa salía una luz tan bella que arrebataba, y hacía a las rosas de una belleza esplendente. De la corona de rosas se elevaban como ramas de oro y una cantidad de otras florecillas entremezcladas con brillantes.
Todo formaba una bellísima diadema, que brillaba ella sola más que nuestro sol de la tierra.
La Santa Virgen tenía una hermosísima Cruz suspendida de su cuello. Esta Cruz parecía ser dorada —digo dorada por no decir una placa de oro; pues he visto algunas veces objetos dorados con diversos tonos de oro, lo que a mis ojos hacía un efecto más bello que una simple placa de oro—. Sobre esta Cruz toda brillante de luz, estaba un Cristo, estaba Nuestro Señor, los brazos extendidos sobre la Cruz. Casi en las extremidades de la Cruz, había de un lado un martillo, del otro una tenaza. El Cristo era de color carne natural, pero brillaba con gran esplendor; y la luz que salía de todo su cuerpo parecía como dardos muy brillantes que hendían mi corazón con el deseo de fundirme en él. A veces el Cristo parecía estar muerto: tenía la cabeza inclinada y el cuerpo estaba como
abatido, como por caerse, si no hubiese sido retenido por los clavos que lo re-tenían a la Cruz.
Yo tenía por ello una viva compasión y hubiese querido repetir al mundo entero su amor desconocido, y filtrar en las almas de los mortales el amor más extremado, y el reco­nocimiento más vivo a un Dios que no tenía necesidad alguna de nosotros para ser lo que es, lo que era y lo que será siempre y que, sin embargo, ¡oh amor incomprehensible al hombre! —se ha hecho carne y ha querido morir, sí, morir, para escribir mejor en nuestras almas y en nuestra memoria el amor enloquecido que tiene por nosotros. ¡Oh! ¡Qué des­dichada soy al hallarme tan pobre expresiones para decir el amor, sí, el amor de nuestro buen Salvador por nosotros pero, por otro lado, ¡Qué dichosos somos de poder sentir mejor lo que no podemos expresar!
Otras veces el Cristo parecía vivo, tenía la cabeza erguida, los ojos abiertos, y parecía estar sobre la Cruz por su propia voluntad. A veces también parecía hablar, parecía querer mostrarnos que estaba en la Cruz por nosotros, por amor a nosotros, para atraernos a su amor; mostrarnos que él tiene siempre un amor nuevo por nosotros, que su amor del prin­cipio y del año 33 es siempre el de hoy, y que permanecerá siempre.
La Santa Virgen lloraba casi todo el tiempo que me habló. Sus lágrimas corrían una a una, lentamente, hasta sus rodillas; luego, desaparecían como cen­tellas de luz. Eran brillantes y llenas de amor. Hubiese querido consolarla, y que Ella no llorase más. Pero me parecía que tuviese necesidad de mostrar sus lágrimas para mostrar mejor su amor olvidado por los hombres. Hubiese querido arrojarme en sus brazos y decirle: " ¡Mi buena Madre, no lloréis más! quiero amaros por todos los hombres de la tierra". Pero me parecía que- Ella me decía: "¡Hay tantos de ellos que no me conocen!".
Yo estaba entre la muerte y la vida, viendo por un lado tanto amor, tanto deseo de ser amada, y por otro tanta frialdad, tanta indiferencia. . . ¡Oh! Madre mía, toda Madre, toda bella y toda amable, amor mío, corazón de mi corazón!
Las lágrimas de nuestra tierna Madre, lejos de amenguar su aire de Ma­jestad, de Reina y de Señora, parecían, por el contrario, embellecerla, hacerla más amable, más bella, más poderosa, más llena de amor, más maternal, más en-cantadora; y yo hubiese comido sus lágrimas, que hacían saltar mi corazón de
compasión y de amor. Ver llorar a una Madre, y a una tal Madre, sin tomar todos los medios imaginables para consolarla, para cambiar sus dolores en gozo ¿puede eso comprenderse? ¡Oh Madre más que buena! Vos habéis sido formada de todas las prerrogativas de que Dios es capaz; vos habéis como agotado el poder de Dios; vos sóis buena, y buena aún como la bondad de Dios mismo. Dios se ha engrandecido al formaros como su obra maestra terrestre y celestial.
La Santísima Virgen tenía un delantal amarillo. ¡Qué digo amarillo! Tenía un delan­tal más brillante que muchos soles juntos. No era una tela material; era un compuesto de gloria, y esta gloria era centelleante y de una belleza arrebatadora. Todo en la Santísima Virgen me llevaba fuertemente, y como deslizándome, a adorar y a amar a mi Jesús en todos los estados de su vida mortal.
La Santísima Virgen tenía dos cadenas, una un poco más ancha que la otra. De la más angosta estaba suspendida la Cruz que mencioné anteriormente. Estas cadenas (pues hay que darle el nombre de cadenas), eran como rayos de gloria de un gran esplendor cambiante y centelleante.
Los zapatos (pues zapatos hay que decir), eran blancos, pero de un blanco plateado, brillante, había rosas a su alrededor. Estas rosas eran de un belleza esplendorosa, y del corazón de cada rosa salía una llama de luz muy bella y muy agradable de ver. Sobre los zapatos había una hebilla de oro, no del oro de la tierra, sino, por cierto, del oro del paraíso.
La visión de la Santísima Virgen era ella misma un paraíso perfecto. Ella tenía en sí todo lo que podía satisfacer, pues la tierra había sido olvidada.
La Santa Virgen estaba rodeada de dos luces. La primera luz, más cerca de la Santísima Virgen, llegaba hasta nosotros; brillaba con un esplendor muy bello y centelleante. La segunda luz se extendía un poco más entorno de la Bella Señora, y nosotros nos encontrábamos en ella; era inmóvil (es decir que no centelleaba) pero sí mucho más brillante que nuestro sol de la tierra. Todas estas luces no hacían mal a los ojos, y de ningún modo fatigaban a la vista.
Además de todas estas luces, de todo este esplendor, salían todavía grupos o haces de luces, o rayos de luz, del Cuerpo de la Santa Virgen, de sus vestidos, de todas partes.
La voz de la Bella Señora era dulce; encantada, arrebataba, hacía bien al corazón; saciaba, allanaba todo obstáculo, calmaba, apaciguaba con dulzura. Me parecía que siempre hubiese querido comer de su bella voz, y mi corazón pa­recía danzar o querer ir a su encuentro para fundirse en ella.
Los ojos de la Santísima Virgen, nuestra tierna Madre, no pueden descri­birse con una lengua humana. Para hablar de ellos haría falta un serafín, haría falta más; haría falta el lenguje de Dios mismo, del Dios que ha formado la Virgen Inmaculada, obra maestra de su omnipotencia.
Los ojos de la Augusta María parecían mil y mil veces más bellos que los brillantes, los diamantes y las piedras preciosas más exquisitas; brillaban como dos soles; eran dulces como la dulzura misma, claros como un espejo. En sus ojos se veía el paraíso, atraían a Ella, parecía que Ella quería entregarse y atraer., Cuanto más la contemplaba yo, más quería verla; cuanto más la veía, más la amaba, y la amaba con todas mis fuerzas.
Los ojos de la Bella Inmaculada eran como la puerta de Dios, de donde se veía todo lo que puede embriagar al alma. Cuando mis ojos se encontraban con los de la Madre de Dios y mía, experimentaba en mi interior una feliz revolución de amor y de protestas de amarla y de fundirme de amor.
Mirándome, nuestros ojos se hablaban a su manera, y yo la amaba tanto, que hubiese querido abrazarla en el medio de sus ojos, que enternecían mi alma y parecían atraerla, y hacerla fundir con la suya. Sus ojos implantaron un dulce temblor en todo mi ser; y yo temía hacer el menor movimiento que pudiese serle desagradable en lo más mínimo.
Esta sola visión de los ojos de la más pura de las Vírgenes hubiese bastado para ser el Cielo de un bienaventurado, hubiese bastado para hacer entrar un alma en la plenitud de las voluntades del Altísimo, entre todos los aconteci­mientos que ocurren en el curso de la vida mortal; hubiese bastado para hacer-la realizar continuos actos de alabanza, de agradecimiento, de reparación y de expiación. Esta sola visión concentra el alma en Dios y la convierte como en una muerta-viva, que considera sólo como diversiones de niños todas las cosas de la tierra, aun las cosas que parecen más serias; sólo querría oír hablar de Dios y de lo que concierne a su Gloria.
El pecado es el único mal que Ella ve sobre la tierra. Moriría de dolor por ello, si Dios no la sostuviera. Amén.
 
MARÍA de la Cruz, Víctima de Jesús, nacida Mélanie Calvat, Pastora de la Salette.Castellamare, 21 de noviembre de 1878.
Extraído de revista: “Fidelidad a la Santa Iglesia”





99 GLOBOS

Les presento un impactante testimonio que pulveriza todos los argumentos a favor del aborto y la eutanasia. Se trata de la historia de Eliot Hartman Mooney, un niño nacido con una trisomía 18 y que sólo vivió 99 días. Sus padres, desoyendo el “consejo” de los médicos, se negaron a abortarlo cuando en el séptimo mes de gestación se les comunicó que su hijo nacería con una enfermedad congénita “incompatible con la vida”. Hay que decir que la mayoría de los niños que padecen esta trisomía no superan las primeras semanas de vida, y muy pocos llegan a cumplir su primer año.

Matt y Ginny Mooney, llevados por su fe en Dios, aceptaron su sufrimiento y recibieron a su hijo como lo que realmente es: un don. Eliot nació en el verano de 2006 con un severo defecto congénito que incluía problemas pulmonares, neurológicos, alimenticios y una grave cardiopatía.Vivimos en una sociedad deshumanizada donde muchos médicos de forma rutinaria aconsejan el aborto a las mujeres que esperan un hijo con un defecto genético. En algunos países se acepta la eutanasia de niños cuya vida es considerada como inútil, pues padecen alguna enfermedad que hace prever que su muerte será inminente. En estos casos, para evitar gastos a la Sanidad pública, se practica la eutanasia como el mejor remedio al sufrimiento inútil. ¿Y que mejor forma de eliminar el sufrimiento que matar al que lo padece? Pero debiéramos preguntarnos: ¿acaso el sufrimiento se cura con la violencia de una muerte anticipada?

Los padres de Eliot, a sabiendas de que el niño que esperaban tenía pocas probabilidades de sobrevivir al parto o de superar los primeros meses, decidieron tener a su hijo y convertir su vida en una celebración del amor de Dios, conscientes de que “su hijo era sólo un préstamo que Dios les hacía, y que no se puede disponer de lo que únicamente a Dios pertenece”. Eliot vivió 99 días rodeado del amor de sus padres, y aportando, en su corta vida, mucho más de lo que recibió. Os invito a ver el vídeo elaborado por los padres de Eliot, que recoge lo que fueron esos escasos tres meses y que titularon “99 globos”, en referencia a los 99 globos que se lanzaron al cielo el día de su funeral. Es el mejor testimonio de que un niño enfermo, aún sin esperanza de vida, no es una estadística, no es un “gasto social”, es un ser humano cuya vida es sagrada, imagen de Dios.


domingo, 18 de septiembre de 2011

LA EXPERIENCIA DE SER POBRES




Discriminado por pobre

Discriminado por pobre

LOS PAISES SODOMITAS

En línea con la idea de profundizar el "modelo progresista", el gobierno de Cristina Kirchner dio luz verde a un proyecto de ley en el Congreso que otorgará el derecho al cambio de sexo en el país con una intervención quirúrgica, y también a tramitar el DNI con una nueva "identidad de género", ya sea con o sin previo tratamiento médico.
Incluso, podría obligar a las empresas de medicina prepaga y a las obras sociales a cubrir la "reasignación sexual".
Fuentes legislativas dijeron a LA NACION que se dejaría a consideración del Poder Ejecutivo la posibilidad de reglamentar la inclusión del tratamiento clínico dentro del Plan Médico Obligatorio (PMO).
El permiso para la "rectificación de género" no necesitará una autorización judicial, sino apenas una declaración jurada, en la que la persona exprese ser de un sexo diferente del biológico, con o sin operación quirúrgica previa en su físico. Con esa simple declaración podrá cambiar su DNI.
En las próximas semanas, con el impulso de la Casa Rosada, Diputados buscará consenso para emitir un único dictamen sobre esa polémica iniciativa, denominada de "identidad de género". El interventor en el Instituto Nacional contra la Discriminación (Inadi), Pedro Mouratian, la apoyó el 18 del mes pasado en una reunión conjunta de las comisiones de Legislación General y de Justicia.
Según supo LA NACION de altas fuentes oficiales, el proyecto supone un paso más en la "batalla cultural" del kirchnerismo hacia un "progresismo moderno". Complementaría así la ley de matrimonio igualitario. En la actualidad, las operaciones de cambio de sexo están legalmente prohibidas en la Argentina. Es que suponen lesiones físicas muy graves que ningún médico está habilitado a realizar. La legislación impone penas muy severas.
Por ello las personas interesadas deben recurrir a tratamientos en centros médicos de otros países, como Chile (como se informa en la página 24). En los proyectos en análisis consta que leyes similares para el cambio de identidad y de sexo rigen, entre otros países, en Noruega, Italia, Alemania, Suecia, Austria, Dinamarca, Sudáfrica, Holanda, Panamá y Canadá, y en algunos estados de los Estados Unidos.
La tramitación de la nueva identidad sexual -rectificación de género- será ante el Registro Nacional de las Personas (Renaper). Hasta hoy puede formularse sólo mediante una presentación judicial y únicamente un juez la puede habilitar. "Esto generaba medidas de prueba y juntas médicas vejatorias, que se evitarán", dijo a LA NACION un legislador que promueve el proyecto.
Y será independiente de que haya una "reasignación de sexo", es decir, una operación en los genitales.
"A partir del proyecto, el cambio de sexo será un nuevo derecho y se podrá concretar a partir de la mayoría de edad, a los 18 años. Quedará sujeto a la reglamentación del Poder Ejecutivo si esa intervención quirúrgica se incluye en el PMO", dijo a LA NACION la diputada del Frente para la Victoria (FPV), Diana Conti.
Esto último podría generar un fuerte conflicto con las empresas de medicina prepaga y con las obras sociales, que deberían asumir costos que hoy no están previstos y podrían encarecer sus servicios, como se informa por separado.
"El cambio de sexo podrá estar acompañado por un cambio de identidad con un nuevo DNI, nuevo nombre y nueva foto", especificó Conti.
En el gobierno nacional, avalaron dos proyectos. Uno lo había presentado la propia Conti, inspirado en la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), y el restante, su par del FPV Juliana Di Tullio, promovido por la Federación Argentina de Lesbianas, Gays, Bi y Transexuales (Falgtb).
El texto de Conti establece que la "rectificación registral" podrá ser nuevamente modificada sólo con autorización judicial.
Las dos iniciativas fueron debatidas en una reunión de las comisiones de Legislación General, que preside Vilma Ibarra (Nuevo Encuentro), y de Justicia, de Juan Pedro Tunessi, de la UCR. Se acordó allí redactar un solo dictamen en las próximas semanas para ser debatido en breve en el recinto de la Cámara baja.
Según los primeros borradores, la "reasignación de sexo" podrá solicitarse desde los 18 años con una declaración jurada. Podrá obtenerse mediante una intervención quirúrgica o con tratamientos hormonales, según la necesidad del solicitante.
Se permitirá asimismo realizarla en todos los centros médicos públicos, privados y obras sociales de nuestro país y tendrá por objeto "garantizar la salud integral", entendida como "completo bienestar físico, psíquico y social". Los actuales proyectos de Conti y Di Tullio prevén incluirlo en el PMO. Pero el dictamen final podría dejar ello sujeto a la reglamentación de la presidenta Cristina Kirchner.
"Se legislará el derecho integral a la salud y a la identidad: la rectificación de género en el DNI no necesariamente implica un cambio de sexo en el físico", dijo Vilma Ibarra a LA NACION. Las personas podrán adoptar un nombre de otro sexo y conservar el apellido si consignan en la declaración jurada que se sienten psicológicamente del género opuesto. En el Congreso aseguran que no hubo voces discordantes en las comisiones. Incluso el socialismo, la UCR y otros bloques opositores dejaron correr el proyecto.
Desde el Gobierno, Pedro Mouratian, titular del Inadi, apoyó la iniciativa. "Es un paso positivo porque permitirá a un colectivo acceder a la documentación necesaria como el DNI, que hoy no tiene, y así se ve privado de acceder a un trabajo digno, a la salud, a la vivienda y a otros derechos esenciales, como la educación, de los cuales son segregados", dijo a LA NACION.
"Les permitirá reinsertarse en la sociedad", agregó Mouratian, y destacó, además, que "el cambio físico o genital no es condición para acceder a un nuevo DNI, sino simplemente su aspecto y el hecho de que la persona se sienta de ese sexo".
El proyecto de Conti dispone que la rectificación del sexo tendrá efectos retroactivos desde su inscripción en el Registro Civil, conservará el número de DNI, tendrá carácter confidencial y será informado a todos los registros del país

A esta noticia aberrante a los ojos de Dios le agregamos una opinión católica

San Pedro Damián a los sodomitas: "Lloro porque no lloráis"

“Este vicio no puede compararse en absoluto con ningún otro, pues a todos los supera enormemente. Este vicio es la muerte del cuerpo, perdición del alma; infecta la carne, apaga las luces de la mente, expulsa al Espíritu Santo del templo del corazón, hace que entre el diablo fomentador de la lujuria; induce al error, hurta la verdad de la mente, engañándola; prepara trampas al que camina, cierra la boca del pozo a quien en él cae; abre el infierno, cierra las puertas del Paraíso, transforma al ciudadano de la Jerusalén celeste en habitante de la Babilonia infernal: secciona un miembro de la Iglesia y lo arroja a las codiciosas llamas de encendida Gehenna.
Este vicio busca abatir los muros de la patria celeste y busca reedificar lo que fueron incendiados en Sodoma. Es algo que atropella la sobriedad, que asesina el pudor, que degüella la castidad, que destroza la virginidad con la hoja de una repugnante infección. Todo lo ensucia, todo lo ofende, todo lo mancha y como no tiene en sí nada de puro, nada exento de indecencia, no soporta que nada sea puro. Como dice el apóstol, “todo es puro para los puros, pero para los infieles y contaminados nada es puro” (Tito 1, 15). Este vicio expulsa del coro de la familia eclesiástica y obliga a rezar con los endemoniados y con aquellos que sufren a causa del demonio; separa el alma de Dios para unirla al Diablo.
Esta pestilentísima reina de los sodomitas convierte a quienes se someten a su ley en torpes para los hombres y odiosos para Dios. Exige hacer una abominable guerra contra el Señor, militar bajo las insignias de un espíritu absolutamente malvado; separa del consorcio de los ángeles y con el yugo de su dominación extraña al alma de su nobleza innata. A sus soldados les priva de las armas de la virtud y los expone, para que sean traspasados, a los dardos de todos los vicios. Humilla en la iglesia, condena en el tribunal, corrompe en privado, deshonra en público, roe la conciencia con un gusano, quema la carne como el fuego, empuja a satisfacer la lujuria, y por otro lado teme ser descubierta, mostrarse en público, que los hombres la conozcan. El que mira con aprensión a su mismo cómplice en la perdición, ¿qué no podrá temer?
[…]
La carne arde con el fuego del deseo, la mente tiembla helada por la sospecha, y el corazón del hombre infeliz hierve como un caos infernal: todas las veces que le golpean las espinas del pensamiento, en un cierto sentido, viene torturado con los tormentos del castigo. Una vez que esta venenosísima serpiente ha hincado sus dientes en un alma desgraciada, la pobrecita pierde inmediatamente el control, la memoria se desvanece, la inteligencia se oscurece, se olvida de Dios y hasta de sí misma. Esta peste expulsa el fundamento de la fe, absorbe las fuerzas de la esperanza, destruye el vínculo de la caridad, elimina la justicia, abate el vigor, retira la temperancia, mina el fundamento de la prudencia.
¿Qué debo añadir todavía? En el momento en el que ha desterrado del escenario del corazón humano la lista de todas las virtudes, como quebrando los cerrojos de las puertas, hace entrar en él la bárbara turba de los vicios. A este se le aplica con exactitud aquel versículo de Jeremías (Lament 1, 10) que trata de la Jerusalén terrena: “El enemigo echó su mano a todas las cosas que Jerusalén tenía más apreciables; y ella ha visto entrar en su santuario a los gentiles, de los cuales habías tú mandado que no entrasen en tu iglesia”
El que es devorado por los ensangrentados colmillos de esta famélica bestia, es mantenido lejos, como por cadenas, de cualquier obra buena, y es instigado sin freno que lo contenga, por el precipicio de la más infame perversión. En cuanto se cae en este abismo de total perdición, ipso facto se destierra de la patria celeste, se es separado del Cuerpo de Cristo, rechazados por la autoridad de toda la Iglesia, condenados por el juicio de los Santos Padres, expulsados de la compañía de los ciudadanos de la ciudad celeste. El cielo se vuelve como de hierro, la tierra de bronce: ni se puede ascender a aquél, pues se está lastrado por el peso de crimen, ni sobre aquella podrá por mucho tiempo ocultar sus maldades en el escondrijo de la ignorancia. Ni podrá gozar aquí cuando está vivo, ni siquiera esperar en la otra vida cuando muera, porque ahora deberá soportar el oprobio del escarnio de los hombres y después los tormentos de la condenación eterna.
[…]
¡Lloro por ti, alma infeliz entregada a las porquerías de la impureza, y te lloro con todas las lágrimas que poseo en mis ojos! ¡Qué dolor!
[…]
Compadezco a un alma noble, hecha a imagen y semejanza de Dios y comprada con la Preciosísima Sangre de Cristo, más digna que los grandes edificios y ciertamente más digna de ser antepuesta a todas las construcciones humanas. Por eso me desespera la caída de un alma insigne y por la destrucción del templo en el que habitaba Cristo. Deshaceos en llanto, ojos míos, derramad ríos abundantes de lágrimas y regad, lúgubres, las gotas con un llanto continuo! “Derramen mis ojos sin cesar lágrimas, noche y día, porque la virgen, hija del pueblo mío se halla quebrantada por una gran aflicción, con una llaga sumamente maligna” (Jer. 14, 17). Y ciertamente la hija de mi pueblo ha sido golpeada por una herida mortal, porque el alma, que era hija de la Santa Iglesia ha sido cruelmente herida por el enemigo del género humano con el dardo de la impureza; y a ella, que en la corte del rey eterno era suavemente alimentada con la leche de los sagrados parlamentos, ahora se la ve tumbada, tumefacta y cadavérica, mortalmente infectada por el veneno de la líbido, entre las cenizas ardientes de Gomorra. “Aquellos que comían con más regalo han perecido en medio de las calles; cubiertos se ven de basura los que se criaban entre púrpura” (Lam. 4, 5). ¿Por qué? El profeta prosigue y dice: “Ha sido mayor el castigo de las maldades de la hija de mi pueblo que el del pecado de Sodoma; la cual fue destruida en un momento” (Lam. 4, 6). Y ciertamente la maldad del alma cristiana supera el pecado de los sodomitas, porque cada uno peca tanto más cuanto más rechaza los preceptos de la gracia evangélica: el conocimiento de la ley evangélica lo fija, para que no pueda encontrar remedio con ninguna excusa. ¡Helas!, alma desgraciada, ¡helas! ¿Pero porque no te das cuenta de la altura de la dignidad de la que has caído y de cómo te has despojado del honor de una gloria y de un esplendor inmenso?
[... ]
Y tú dices: “Soy rico, y estoy enriquecido, y no tengo necesidad de ninguna cosa; y no conoces que tú eres un desventurado y miserable y pobre y ciego y desnudo” (Ap. 3,17). ¡Infeliz, date cuenta de qué oscuridad ha envuelto tu corazón; advierte lo densa que es la tiniebla de la niebla que te rodea!
[...]
¡Ay de ti, alma desgraciada! Por tu perdición se entristecen los ángeles, mientras que el enemigo aplaude exultante. Te has convertido en prenda del demonio, botín de los malvados, despojo de los impíos. “Abrieron contra ti su boca todos tus enemigos; daban silbidos y rechinaban sus dientes, y decían: ‘Nosotros nos la tragaremos. Ya llegó el día que estábamos aguardando. Ya vino, ya lo tenemos delante’”. Por esto, ¡oh alma miserable!, yo te lloro con todas mis lágrimas: porque no te veo llorar a ti.
[... ]
Si tú te humillases de verdad, yo exaltaría con todo mi corazón en el Señor por tu renacimiento espiritual. Si un verdadero y angustiante arrepentimiento golpease la profundidad de tu corazón, yo podría con justicia gozar de una alegría inimaginable. Por esta razón, alma, eres por encima de todo digna de llanto: ¡porque no lloras! Se hace necesario el dolor de los demás, desde el momento que no experimentas dolor por el peligro de la ruina que te amenaza; y eres digna de condoler con las más amargas lágrimas de la compasión fraterna porque ningún dolor te turba y no te puedes dar cuenta de la envergadura de tu desolación. ¿Por qué finges no ser consciente del peso de tu condenación? ¿Por qué no detienes este continuo acumular la ira divina sobre ti, bien enfangándote en los pecados, bien ensalzándote en la soberbia?"

San Pedro Damián

[Del Liber Gomorrhianus. Traducción: El brigante]

EN OTROS PAÍSES

Brasil
Intervenciones gratuitas
El paciente debe ser mayor de 21 años, haber pasado previamente por estudios psicológicos y psiquiátricos durante al menos dos años, tener diagnóstico médico de transexualismo y estar en condiciones físicas de operarse.
Estados Unidos
Varía según el estado
El cambio de sexo se legisla desde los años 60. En Illinois y en Arizona se permite la rectificación luego de que el sujeto se somete a una intervención quirúrgica. En Luisiana y California, supone un previo trámite judicial.
España
Operaciones en todo el país
En 1989 se estableció el derecho de someterse a cirugía plástica a toda persona adulta, previa autorización judicial y supervisión médica. Desde 2006 se realizan intervenciones quirúrgicas en hospitales públicos del país.
Francia
A cargo del Estado
La operación está a cargo del sistema de salud del Estado. No se permitía la rectificación del sexo, pero este criterio quedó superado luego de un fallo del Tribunal Europeo.
Gran Bretaña
En clínicas especializadas
Se requieren dos años de tratamiento previo a la intervención. Se necesita demostrar el padecimiento de disforia de género para habilitar la operación quirúrgica que se realiza en clínicas especializadas.
Irán
Capital de las operaciones
Teherán es la capital mundial de las operaciones de cambio de sexo, después de Tailandia desde que, en 1983, el ayatollah Khomeini, las bendijera legalmente. Sin embargo, los gays son perseguidos "en nombre de Alá".
Italia
Con autorización judicial
La persona tiene que pedir autorización judicial para luego someterse a una intervención quirúrgica de conversión sexual. Una vez realizada la operación, debe recurrir nuevamente a la Justicia para gestionar el cambio en el registro civil..