martes, 24 de abril de 2012

SACRAMENTOS

SACRAMENTOS





Es indudable, si no queremos cerrar los ojos a la misma luz, que de cuantos medios tiene
 la Iglesia para santificar a los fieles, ninguno es más compendioso y eficaz, ninguno deshace
 tantos los ardides del enemigo,como el acercarce a menudo y con fervor a la sagrada
 Eucaristía.
 Aquí tiene el idiota, maestro que le enseñe; el enfermo, médico que le cure; el 
desamparado y perseguido, padrino y abogado que le defiendan. Este es 
pan Angélico
 que hace castos y vírgenes; maná sabroso que alimenta; bálsamo que suaviza;
 y no uno
 que otro arroyo, como en los demás Sacramentos, sino la fuente de toda gracia
 y santidad.
 Una sola confesión bastarían para Santificar el alma. Pues ¿ he dónde nace que,
 recibiendo
 tantos cristianos los Sacramentos de la Penitencia y la Eucaristía, se hallen, no 
obstante, llenos
 de defectos y vicios? Esto proviene en unos de que se acercan raras
 veces; y en
otros de que
 lo hacen con espíritu disipado y con el corazón apegado a varias aficiones 
y faltas,  de 
que siempre se acusan, y nunca se corrigen. Pero, como el más peligroso y funesto
 de cuantos
 lazos puede el demonio tender a un alma, es alejarla de los Sacramentos, 
o hacer que
 los reciba indignamente, por esto conviene observar los avisos siguientes:
1) Confiesa y comulga a menudo;, cada ocho días si puedes; y cuando no,
una vez al mes;
 o por lo menos cuatro o seis veces al año, si de veras quieres 
salvarte.



Philippe de Champaigne
Moisés con los Diez Mandamientos

  • ¡ Que locura comulgar muy de tarde en tarde, de año en año, únicamente
  •  por temor de
  •  las censuras de la Iglesia, o por el que dirán poniéndote así al borde 
  • del precipicio!
  • Que criminal se en la cárcel si pendiera su libertad de la ingenua confesión 
  • de su culpa? 
  • Qué enfermo rehusaría la salud por lo amargo de la medicina?¿ Qué
  •  naufrago no
  •  alargaría la
  •  mano al que se la ofreciere para salvarle? 
  • Pero, Padre, yo no soy digno de comulgar con tanta frecuencia." si te
  •  preguntan, decía
  •  San Francisco de Sales,¿ por que comulgas tan a menudo? les dirás que
  •  por aprender a
  •  amar a Dios; para purificarte de tus culpas; para fortalecerte contra tus flaquezas,
  •  triunfar de
  •  tus enemigos y hallar consuelo en las aflicciones. Dos clases de personas,
  •  añade el Santo
  •  deben comulgar a menudo: los perfectos por que lo son, y los imperfectos
  •  para no ser los: 
  • los fuertes para no volverce flacos, y los flacos para hacerce fuertes:el que no
  •  tiene negocios,
  •  porque está desocupado, y el que los tiene para acertar en todo".
  • Hay, además, dos clases de disposiciones: una debe tener el que comulga;
  •  otra que sería
  •  justo tuviese: aquélla consisten la gracia de Dios, en el ayuno natural, y en tener 
  • conocimiento
  •  de lo que va a recibir. La otra es una conducta de vida ajustada y ejemplar, y
  • una inocencia
  •  de costumbres que respire virtud y santidad. ¿No es así la tuya? ¿ Está
  •  distante de serlo? 
  • Detesta,  pues, las culpas graves en el Sacramento  de  la Penitencia: y
  •  penetrado de un
  •  vivo dolor de haberlas cometido, trabaja en librarte de toda afición a lo
  • s pecados leves, y
  •  en desprender el corazón de las criaturas; y llegarte con humilde 
  • confianza a la
  •  Sagrada Comunión.
  •  


Para evitar otro escollo más funesto que el pasado, cual sería el de familiarizarte 
con tan
 alto Sacramento, y recibirlo por rutina y vanidad, o sin las debidas
 disposiciones,
 no comulgues, generalmente hablando, más de tres o cuatro días  a la
 semana: a no ser 
que el confesor vea tan mortificadas tus palabras, tan unidas con Dios
 tu alma, y tan
 solicita en evitar toda falta voluntaria, que te juzgue digno de comulgar 
más a menudo, 
y puedas hacerlo sin faltar a tus obligaciones.
Para sacar de la Comunión el fruto correspondiente, piensa de antemano
en la grande obra que vas a ejecutar. ¡ Obra prodigiosa en la que debes
ocuparte! No vas a hospedar a un hombre, ni a un rey de la tierra, sino
al mismo Dios. Lejos pues, de disiparte con visitas frívolas y conversaciones 
profanas, mortíficate en algo, y adorna tu alma con fragante flores de 
virtudes ...¡Qué dicha tan grande la mía! ¡Mañana voy a recibir a mi Dios
y redentor ! ¡Mañana el Rey de cielos y tierra se aposentará en mi corazón,
para fijar en mí sus delicias y enriquecerme con sus tesoros infinitos!
Confiésate con el mismo cuidado que si fuese aquella la última confesión de 
tu vida...¿Y quién sabe si lo será?



EXAMEN DE CONCIENCIA 
Registra con sosiego los senos de tu corazón,
indagando las culpas cometidas; más no con
afán congojoso, que esto fuera hacer odioso
el Sacramento de la Misericordia, sino con la misma 
diligencia que pondrías en un negocio de entidad:
y esto basta. Y como Dios es el Padre de las luces,
dile con profunda humildad: " Dios mio, quisiera
descubrir toda mi conciencia al confesor, ministro
y representante vuestro en la tierra, pero me falta
luz para conocer mis pecados, memoria para 
acordarme de ellos, discernimiento y valor para
acusarlos con distinción, claridad muy sencillez.
Alumbra, pues, mi entendimiento, oh, Espíritu
divino, con tu soberana luz,para que conosca el 

enteramente al confesor, detestando mis culpas
con el más vivo arrepentimiento".
Examina luego la conciencia discurriendo por 
los mandamientos de Dios y de la Iglesia. Más 
no caigas en el error de muchos que, habiéndose 
examinado y acusado de alguno que otro pecado,
creen haber hecho una buena confesión. Repasa
muy especialmente las obligaciones de tu estado: 
pues acaso más almas se condenan por pecados de
omición, que por otras malas obras.Por esto sin dejar los 
deberes comunes a todo cristiano, apuntaré con 
preferencia lo que más facilmente omiten los fieles,
y más raras veces se encuentra en los devocionarios.
  
EXAMEN GENERAL
Para toda clase de personas 

¿Cuanto tiempo hace que se confesó? 
¿ Dejó de confesar alguna falta grave por 
vergüenza, malicia u olvido?
¿ Cumplió la penitencia?



Primer Mandamiento 
Examine si sabe lo necesario para salvarse.-Si ha negado o puesto en duda algún artículo de fe
Si ha hablado contra la religión, o mofándose de los que la practican.-Si ha leído, prestado,
oído leer, o tiene algún libro irreligioso.-Si ha invocado al demonio, creído en hechizos
y supersticiones, o consultado a espiritistas u otros que obran por malas artes.-Si ha
 desconfiado de su salvación o presumido temerariamente de la misericordia divina.-Si ha
pasado mucho tiempo sin orar, ni hacer actos de fe, esperanza y caridad.

                                        SEGUNDO MANDAMIENTO 

Si ha jurado en falso o con duda; si ha jurado con verdad, pero sin respeto ni necesidad.-Si
juró vengarse o hacer una cosa mala, y lo ha cumplido.-Si juró hacer algo bien hecho y no lo 
cumplió.
¿Ha proferido alguna blasfemia? ¿ Cuales y en qué número?
¿Ha cumplido los votos y promesas hechas a Dios y a los Santos?.

                                     TERCER MANDAMIENTO 
Si no oyó la misa entera por su culpa en día de precepto.-Si la ha oído sin atención ni reverencia
Si ha impedido que otros la oyesen.
Si faltó al respeto debido a las Iglesias, imágenes, personas o cosas sagradas.-Si ha recibido algún
Sacramento en pecado mortal.-Si ha satisfecho el deber Pascual, y observado los mandamientos 
de la Iglesia, como son los ayunos, abstinencias, etc.-Si ha comido carne en días vedados, sin estar
malo o tener bula;y carne y pescado en una misma comida dichos días aunque fuese en domingo
 de Cuaresma .

                                CUARTO MANDAMIENTO 
Si ha perdido el respeto, o tratado con desprecio a los padres, mayores, sacerdotes, maestros,
superiores, etc.- Si ha dejado de asistir a sus padres en las necesidades de cumplir sus
 testamentos, mandas de Ánimas, deudas, etc.
(Como este mandamiento abraza los deberes de los diferentes estado, vea más abajo si
ha cumplido con los que le pertenecen.)

                                  QUINTO MANDAMIENTO 
Si ha matado, herido, dado golpes al prójimo, o de algún modo contribuido a ello.
Si ha deseado la muerte para sí, o para otro; si se ha alegrado del mal de alguno,o
le ha pesado de su bien .Si tiene rencor a alguno, si le niega el habla, si le ha dicho
injurias o maldiciones,si ha hecho o mandado  hacer algún mal por envidia o venganza.
Si ha provocado, aceptado, o presenciado algún desafío.
¿Ha cooperado o intentando algún aborto, antes o después de animado el feto?
¿Se ha excedido en el comer, beber, castigar, etc.?  ¿ Ha escandalizado al prójimo?.

                                    SEXTO MANDAMIENTO
No hay que hacerse ilusión : no solo Dios condena el último desorden y los gravísimos
pecados de adulterio, bestialidad, sodomía etc., sino también toda lectura obscena;- toda
estampa o imagen provocativa;- toda chanza, canción o conversación deshonesta;-toda
mirada, seña, billete y traje lascivo;-todo pensamiento o deseo torpe plenamente 
consentido;- toda acción o tacto deshonesto, sea consigo mismo, sea con otra persona:
y aquí, sin nombrar a nadie, hay que decir si era persona soltera, casada,pariente; si 
tiene voto de castidad, si la solicitó, si la tiene en casa, peco en lugar sagrado;- si leyó
o prestó algún libro obsceno, etc. 

                                          SÉPTIMO MANDAMIENTO

Si ha hecho, aconsejado, ocultado algún hurto, o de algún modo cooperado 
a él. ¿ Cuanto y cuantas veces ? Si ha comprado, vendido, jugado, cambiado
con trampas o fraudes. Si lleva o exige lo que no debe, o trabaja menos de lo
que debe.
Si sostiene pleitos injustos, si ha prestado con usura, negado alguna deuda, etc.
Si no restituyó pudiendo, o sin causa dilató el pagar,devolver lo hallado, etc.

                                         OCTAVO MANDAMIENTO 

Si ha formado juicios o sospechas siniestras de alguno, sin tener fundamento.
Si ha murmurado, oído murmurar con gusto, o pudiendo y debiendo,no lo ha 
impedido.
Si ha levantado alguna calumnia, escrito anónimos o cartas infamatorias, o
dicho algún falso testimonio. 
Si miente por costumbre, en cosa grave, y con perjuicio de alguno.
Si ha sembrado discordia en las familias con cuentos y chismes.

El nono y décimo se reducen al sexto y séptimo Mandamiento
 





















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